Bruno - Condena - Samudio: lo que viene puede ser peor
Las sospechas se comprobaron y Bruno Fernandes, hasta hace cinco meses meta titular del Flamengo, fue condenado a cuatro años y seis meses de prisión por "retención ilegal" y "lesión corporal", cargos que había denunciado su ex amante Eliza Samudio, actualmente desaparecida. En cuanto a esto último, la justicia aún no ha golpeado el martillo sobre la mesa.
Se renueva la conmoción en Brasil al conocer que Bruno Fernandes está condenado a prisión, aunque los cabos más importantes siguen sueltos: Eliza Samudio está desaparecida. ¿O muerta? Cuando se dio a conocer el trágico episodio que involucraba al capitán y guardameta del Flamengo con el asesinato de quien entonces era su amante, desde esta web citamos al primo del meta, un testigo que afirma que el cuerpo de la modelo fue "descuartizado" y dado como "alimento a perros adiestrados". De ahí que en la opinión pública se trazó la idea de que Bruno mentó el homicidio de Samudio.
Usted todavía no entiende bien cómo pasó todo esto. Vale la pena recordarle que todo lo relacionado al supuesto asesinato de la modelo aún no ha provocado sentencias judiciales. Entonces, ¿por qué la condena? Antes, cuando todavía no se utilizaba el verbo "descuartizar", la relación entre Bruno y Samudio ya estaba rozando la intervención policial. Ella lo denunció por maltratos físicos y por querer obligarla a abortar el feto que hoy responde al nombre de Bruninho. Finalmente, las denuncias desembocaron en una condena de cuatro años y seis meses, más otros tres años para "Macarrao", amigo del futbolista también implicado.
Esperando a que se conozca la pronunciación del juzgado de Minas Gerais, que determinará si Bruno mató -intelectual y/o materialmente- a su ex amante y modelo Eliza Samudio, propios y ajenos comienzan a dimensionar la tragedia que perfectamente podría convertirse en una obra maestra del cine brasileño. No se puede entender cómo alguien pasó de ser ídolo y capitán de uno de clubes más grandes de Brasil a ser condenado a prisión con grandes posibilidades de quedarse ahí hasta anciano. No, no hay forma de racionalizarlo.