El velociráptor
Joe Cole se pensó que estaba corriendo con el balón hacia la valla rival y terminó siendo
multado por exceso de velocidad. En una zona donde la máxima es de 70 km/h, la nueva joyita del Liverpool apretó el acelerador de su Audi A4 alcanzando los 170, motivo más que suficiente para que los policías, además de pedirle un autógrafo, lo sancionen con casi mil euros y 50 días sin carné de conducir. Joe todavía no se presentó ante el tribunal.
Como usted se debe imaginar, los futbolistas de las ligas pesadas de Europa no andan en cachilos de antaño. BMW, Mercedez Benz y Audi, por no nombrar a los clásicos de Porsche y McClaren, son las marcas preferidas por estos millonarios deportistas, que de vez en cuando protagonizan algún que otro episodio de película. Manejar un último modelo a altas velocidades puede servir de descarga, aunque hay un límite permitido por la ley que
Joe Cole no cumplió. ¿Excusas? Su esposa, Carly Zucker, quedó "gravemente traumatizada" luego de que le robaran su coche en el suroeste de Londres, según informó EFE. Sí, yo tampoco entendí mucho el porqué de la infracción.
Si bien la esposa de
Cole sufrió un arrebato merecedor de una investigación (de hecho la policía está en eso), la infracción del jugador del Liverpool llama la atención e inquieta a propios y ajenos. No solo Roy Hodgson, el técnico de los reds, le habrá pegado una palmada al futbolista; también sus compañeros de escuadra, familiares y los policías de tránsito que seguramente lo habrán visto desplegando su magia en el Stamford Bridge de los blues. "Qué rápido es este tío, dentro y fuera del automóvil", habrá pensado el policía que multó a
Cole en una carretera al sur de Londres.
¿Poco o mucho? La legislación británica entiende que el aceleramiento de
Cole debe pagarse con 913 euros y 50 días sin carné de conducir. Evidentemente, la sanción económica no le molesta en lo más mínimo, ya que en un día este futbolista cobra más de 10 mil euros. Sí, como leyó (
ver aquí). Entonces, ¿cuál es el problema? Según deslizó EFE, el centrocampista de Islington no se presentó en el juzgado de turno, algo que debió haber hecho por razones protocolares. Allí lo estarán esperando: si no va, se meterá en un problemilla mayor.
La multa que le encajaron a
Cole no llegó en la mejor semana para el futbolista, quien ya había visto la cartulina roja en la Premier y había marrado un penalti en la Europa League. Las buenas ya van a venir,
Joe. De mientras, gástate unos kilos y saca a tu esposa a algún exótico restaurant.
