Las trompetillas, hoy conocidas popularmente como
vuvuzelas, no son del agrado de las autoridades de la
Premier inglesa. Tanto les enfada el unísono que emiten dichos instrumentos que ya avisaron que las
prohibirán en la próxima temporada. Por el momento, se han sumado a la iniciativa West Bromwich Albion, Tottenham, Arsenal, Birmingham, Everton, Fulham y West Ham.
A usted no le debería parecer extraño que alguien quiera prohibir el ingreso de la famosa
vuvuzela a un estadio de fútbol. Intentaron callarlas en el Mundial de Sudáfrica 2010, pero su arraigo cultural detuvo a los opositores. La FIFA no las prohibió, conscientes de que el remedio iba a ser peor que la enfermedad. La Copa del Mundo terminó, pero, como ocurría en menor dosis antes de su inicio, las trompetillas siguen en boca de todos los aficionados del balompié. ¿Qué se hará al respecto?
A poco días de que comiencen las ligas en los diferentes países, la decisión política de prohibir el ingreso de las
vuvuzelas a los estadios no estará más en manos de la FIFA. En Perú, por ejemplo, no las dejan entrar a los torneos domésticos por su "estruendoso sonido", informaba la agencia EP a principios de julio. Pero no es solo el ruido lo que les molesta a los directivos incaicos; también se habían visto vulnerados cuando un aficionado ingresó al estadio con su corneta de plástico rellena de licor.
Esgrimiendo argumentos relacionados a la seguridad, siete clubes de la
Premier inglesa "se han sumado a la iniciativa de prohibir" a las monótonas pero divertidas
vuvuzelas, informó EFE. Bueno, tal vez a usted no le guste la corneta, aunque seguramente el chaval que vive en su manzana se divierta con ella. ¿No le gusta la corneta? Diga la verdad, vamos. Sea cual fuese su respuesta, si conoce a algún seguidor del West Bromwich Albion, Tottenham, Arsenal, Birmingham, Everton, Fulham o West Ham, persuádalo para que ponga en venta su preciada trompetilla, pues todo parecería indicar que serán prohibidas en la temporada que está por comenzar.
Los siete clubes mencionados consideran a la
vuvuzela como objeto non-grato ya que su ruido podría interferir con los comunicados oficiales se se hacen a través de la megafonía. Aparentemente, no es una cuestión melódica la que irrita a las autoridades de estos equipos, sino la posible confusión que podría generar en los espectadores la mezcla de sonidos.
