Alemania modelo 2010, una atrevida y remozada Mannschaft
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A la espera de lo que puedan hacer Brasil, España, Chile o Portugal, indiscutidamente una selección ha sido la que se ha llevado todos los comentarios positivos de público y especialistas. Esta es, claro está, la Mannschaft, la Alemania que conduce Joachim Low. En una apuesta totalmente renovadora con respecto a lo que ha sido históricamente esta selección, los teutones han maravillado en su juego contra los australianos y han dejado detalles realmente impactantes. Considerarlos candidatos es algo obvio hablando de la camiseta de la cual estamos hablando. Pero, a diferencia, ahora los germanos no sólo ganan, sino que también juegan hermosamente bien.
Con mucha juventud entre sus filas, con una portería y defensa que no se terminaron de consolidar hasta minutos antes de la convocatoria final y con uno de los sectores ofensivos más talentosos que se le hayan visto a Alemania, los de Low quizás no estén en su punto justo de maduración, pero ya se están encargando de dar espectáculo. O sino que le pregunten a Australia.
La exhibición brindada el pasado domingo no es más que una clave de lo que puede llegar a ser esta remozada Mannschaft en un futuro no muy lejano. Juego vertical, pero con toque, permutas, habilidad y mirando permanentemente la portería rival. Por supuesto, todo esto sin ceder terreno en defensa ni la solidez característica de los teutones.
Neuer es, sin duda alguna, un portero de gran porvenir y una decisión acertada de Low a la hora de decantarse por el responsable de pararse bajo los tres palos. Lahm está ya más rodado en el lateral, también se suma un Badstuber de buena temporada y un clásico como Mertesacker en el centro de la defensa. En el medio, como era de prever, se echará de menos a un tipo competitivo, con solidez y experiencia como Ballack. Su ausencia puede ser clave en partidos complicados. De todas formas, lo que deja en su falta el del Chelsea, se compensa con los encargados de darle el paso previo al gol.
El delicioso Thomas Muller, el siempre rendidor Podolski y nombres nuevos como Marko Marin no sólo aportan gol, sino también calidad, destellos de talento, toque, remates y hasta regates. Y qué decir de Mesut Ozil. Si sigue jugando al nivel que lo hizo frente a Australia, el Werder Bremen puede dar por hecho que tendrá unos cuantos ceros más en su cuenta en no mucho andar. El descendiente de turcos puede llegar a marcar época si sigue en esta dirección.
Gol, por supuesto, no le falta. Por más que ya suene remanido, Miroslav Klose es un enamorado de los mundiales. Y, aunque no sea ni la décima parte de lo que fuera el astro brasileño en sus mejores épocas, puede llegar a darle alcance a Ronaldo como máximo goleador de la historia de los mundiales. De atrás esperan Mario Gómez o Cacau, entre otros.
Esta Alemania, crisol de razas y multicultural, se está convirtiendo en una exposición de lo que es su país social y culturalmente en estos momentos. Un sitio cosmopolita, que está dando reflejos de dichas cuestiones también a través de su fútbol. Puede que este no sea precisamente su mundial, ya que no parece que sus jugadores (por más porvenir que tengan) en su momento de explosión exacto. Pero, con esa camiseta puesta, cualquier cosa puede suceder. Demás está decir, esperamos ansiosos su próximo partido.