El
Barcelona de Guardiola, con 99 puntos de 114, es nuevamente
campeón de una
Liga de España que solo tuvo como protagonistas a los blaugranas y al Real Madrid, que luego de perder el derby en la fecha 31 quedó sujeto a cálculos matemáticos. Casi completo este semestre para los presididos por Joan Laporta.
Es verdad que hacer 99 puntos es muchísimo, tanto que es record. Además, perder un solo encuentro en 38 es una estadística envidiable. Y ni hablar de la Pulga Messi, un goleador sin igual. Pero, ¿realmente tienen valor estas proezas en un torneo concentrado y poco emocionante? El año pasado, en los comienzos de la
Liga 2009/2010, los triunfos de los enemigos íntimos más populares de España ya pagaban muy poco en las apuestas. Era predecebile esperar una victoria de ellos, pero el Sevilla le robó dos puntos a un conjunto merengue que, paradójicamente, se fue hundiendo en un mar de triunfos y buenas actuaciones.
Lo más destacable de esta 20ª
Liga conseguida por el
Barcelona no es la cantidad de tantos cosechada ni los 24 goles en contra que recibió. Es verdad que el 2 a 0 al Madrid fue un gran alivio, y que hubo encuentros que se ganaron con lo mínimo; pero hay otra cosa más, invisible en la inmediatez, que debería quedar impresa en las medallas de todos los jugadores.
El
Barcelona salió
campeón después de un utópico año de seis consagraciones. El
Barcelona salió
campeón pese al favoritismo del Madrid, que se armó hasta los dientes y sumó 96 puntos, pero no le alcanzó.
Con tan solo recordar la era de Rijkaard, uno comprende que los momentos buenos no son duraderos. El
Barcelona dirigido por el Pep Guardiola es una excepción, de las pocas vistas en la plaza, que rompe los ojos e inmortaliza a un equipo que, pese a quedar fuera de la Champions League, hizo todos los méritos para llevarse la
Liga. Y lo consiguió.
Apuntes del campeón
Barcelona convirtió 98 goles, cuatro menos que el Real Madrid, y recibió 24, la portería que menos goles encajó.
Messi terminó con la Bota de Oro gracias a sus 34 tantos, siete más que Higuaín, y ocho más que Cristiano Ronaldo.
Zlatan Ibrahimovic, duramente criticado por su falta de gol, tuvo un promedio de casi un gol cada dos partidos.
Pedro Rodríguez, criado en la casa blaugrana, fue una de las revelaciones del campeonato. Convirtió 12 goles en momentos claves y brilló en medio de estrellas consagaradas.
El micrófono para Pep
Una vez terminada la goleada por 4-0 ante el Valladolid, los festejos catalanes inundaron todo el Camp Nou de alegría y ovación interminable. Guardiola, el héroe de esta epopeya, se tomó unos minutos para dirigirse a las aproximadamente 100.000 almas que estaban allí presentes.
"Mis primeras palabras son para Laporta: gracias por estos siete años. Y gracias a todos por venir, a estos jugadores, que valen un imperio, y son irrepetibles. Hacen que el trabajo de todos los que estamos detrás sea muy fácil. Gracias a todos vosotros, os debemos una...", dijo el entrenador más importante del fútbol mundial.
