Champions League: Bayern y Lyon completan las semifinales
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Seguramente el que apostó a principios de la Champions League por una semifinal entre el Olympique Lyonnais yel Bayern Munich, hoy por hoy es un poco más acaudalado en su cuenta bancaria. Si es que existe dicha persona, que puede ser que exista, hay que darle la derecha por su capacidad previsora y, para qué negarlo, por sus cualidades de vaticinio, que lo convertirán invariablemente en una herramienta de consulta y/u oráculo para todo aquel que tenga alrededor. Es que, ¿quién sino un optimista o un brujo hubiese jugado sus cuartos por estos dos equipos, que ni siquiera están en su mejor versión de los últimos años? Lo cierto que allí están ambos, esperando jugarse un sitio en la finalísima del Bernabéu.
No llegaba mal el Bayern Munich a territorio inglés tras el 2-1 de la ida. Una ventaja en el marcador contra un equipo como el Manchester United no es algo malo ni escaso. El gol de Olic en los últimos minutos del partido de ida les dio alas. Curiosamente, el serbio volvería a ser protagonista. Pero antes hubo un auténtico vendaval. Rooney, contra todo pronóstico, jugando de entrada y con su lesión reincidiendo y haciendo un gran partido junto a otros como Valencia y Nani, que está demostrando poco a poco de lo que es capaz. El 3-0 con el que el United parecía irse al vestuario hablaba por sí solo. Pero llegó el consabido Olic casi de la nada y, en el momento exacto como para creerse la remontada, volvió a darle vida a su equipo. Un gol más, y la eliminatoria quedaba de cara.
Y a partir de allí, todo se dio a favor de los bávaros. Rafael, el joven lateral diestro brasileño, que estaba haciendo un buen partido, vio la doble amarilla. Rooney tuvo que retirarse y el ManU poco a poco comenzaba a contentarse con el resultado. Lo pagó caro. Un buen corner jugado fuera del área por Ribery fue tomado de aire por Robben, que la puso junto a un poste, lejos de la mirada de Van der Sar. Los de Ferguson no tuvieron reacción y se quedaron sin nada cuando tuvieron todo, todísimo a su favor para meterse en una semi más que asequible para un peso pesado como ellos. Otra vez será, que queden dudas.
En Bordeaux, el campeón francés terminó siendo eliminado por el subcampeón. Creo yo que en esta instancia pesó la experiencia. Tarde, pero el premio le llegó a los de Puel. El Lyon en sus mejores momentos se cansó de pelarse los cuernos en cuartos contra rivales de fuste que terminaron dejándolos en el camino. Ahora, cuando quizás su equipo no sea tan deslumbrante como aquel de Juninho, Diarrá, Abidal y compañía, lograron lo que antes no pudieron. El gol de Chamakh (buen delantero se llevará Wenger a Londres) dejó con vida a los locales, pero no llegó el que les hubiese dado la clasificación. Pep y Mou deben estar relamiéndose. Está claro: no era lo mismo tener que medirse en la final contra los mancunianos que contra lioneses o muniqueses. Aunque, como lo ha demostrado esta misma Champions League, ser el favorito en el fútbol no te asegura nada.