Futbol argentino: Boca se quedo con el superclasico

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La torrencial lluvia que había caído el pasado domingo sobre Buenos Aires hizo que el Superclásico del fútbol argentino, ese partido que todos esperan en cada semestre, se dilatara hasta el jueves. Las condiciones climáticas ahora eran óptimas, aunque las expectativas futbolísticas no lo fueran tanto. Boca llegaba con una defensa emparchada y con un nivel de juego francamente bajo. Lo de River no difería mucho. Con Astrada encontrando algo así como un equipo y cierto funcionamiento, el fútbol sigue siendo un ausente sin aviso para los "Millonarios" desde hace ya bastante tiempo. A pesar de todo, las expectativas eran máximas. Y en esa mediocridad que se prevía de antemano, los de Abel Alves supieron ser más certeros y tener un poco más de criterio que su rival.

Estaba clarísimo: este Superclásico iba a ser el más devaluado de los últimos tiempos. Y comenzaron a demostrarlo desde el minuto inicial. Mucho combate en la zona media, mucho juego sucio y pocas ideas. Quien aprovechara mejor los errores del rival era quien se quedaría con las acciones. De esa manera llegó el gol inicial. Una mala salida desde el fondo riverplatense derivó en una falta que Juan Román Riquelme (el mejor del partido, con diferencia) centró de gran manera. Allí entró Gary Medel y estampó el primero de sus dos goles de la tarde.

Ese gol inicial dejó desangelado a River, que no había sufrido demasiado hasta ese momento. El lastimoso presente de los de Astrada hizo que el fútbol no apareciera en ningún momento. Ni siquiera en las pocas ocasiones claras con las que contó. El juvenil Funes Mori, interesante jugador, pero demasiado errático en las definiciones -y no solamente hoy-, tuvo dos clarísimas en sus botas que pudieron haber cambiado las cosas. Pero no entraron.

Boca, en líneas generales, jugó mejor el partido, aunque tampoco fue una maravilla ni mucho menos. Tuvo, sí, una buena ráfaga al inicio del segundo tiempo. Y allí fue cuando capitalizó el segundo y definitivo tanto del encuentro. Una buena escalada de Monzón (no entiendo cómo no es titular) por el lateral izquierdo, derivó en un buen centro, que Gaitán dejó pasar. Allí apareció nuevamente el chileno Medel para sacar un furibundo derechazo que dejó sin opciones a Vega.

River intentó posteriormente sin demasiado éxito. Estaba claro que no iba a lograr en lo poco que quedaba de partido lo que no había podido antes. Maniatado, sin ideas y sin fútbol, siendo superado por un rival no excesivamente brilloso, pero sí con su máximo talento en un buen nivel de inspiración. Llegó el final del partido y se desató la fiesta en la Bombonera. Boca se había quedado con una justa victoria en un partido que no tuvo el lustre de otros tiempos. Pero a eso qué les importa ahora a los "Xeneizes"...