Champions League: El Barça se metió en cuartos con tranquilidad
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No llegaba el Fútbol Club Barcelona en su mejor momento para este choque de Champions League. O, al menos, no pletórico del fútbol que le vimos en otras ocasiones durante la pasada temporada, por ejemplo. De todas formas, el Barça nunca deja de ser el Barça en estos últimos tiempos. Poco le importó las precauciones que suponía la eliminación del Real Madrid, el nivel de juego que no aparece en su máxima expresión o incluso un rival que lo puso contra las cuerdas durante la ida. Los de Guardiola mostraron una versión inapelable de sí mismos y se metieron en los cuartos de final con una calma absoluta.
Los primeros minutos no hablaban de muchas precisiones ni nada por el estilo. Siquiera de jugadas riesgosas de gol. Pero allí apareció un tal Lionel Messi para que la cosa empiece a tomar un buen rumbo. Está claro que a este Barça le cuesta más todo que durante el año pasado. Todos han sabido tomar sus recaudos para enfrentarlos, la mentalidad ya no puede ser la misma después de haberlo ganado todo y no sé cuantas otras cosas más. Pero Messi por sí solo sigue siendo un argumento inapelable para medirse contra cualquiera. ¿Digo un argumento? El mejor argumento.
Así llegó el segundo tanto en las botas de Pedro, otro que siempre se anota cuando es cuestión de marcar, y el tiempo fue transcurriendo cansino. Daba toda la sensación de que a los 20 minutos del primer tiempo, la eliminatoria estaba completamente sentenciada. Sólo un milagro tenía que llegar para que el Stuttgart se sobreponga al vendaval blaugrana.
Y así hubo lugar para un tercero de Messi y también para un cuarto, en este caso de Bojan. Henry jugó mucho más de delantero puro y duro que de hombre de banda. E hizo un buen partido. Touré se pareció mucho más a aquel superhombre del centro del campo que fue puntal para las conquistas que a la versión descafeinada que se veía últimamente. Maxwell hizo olvidar a Abidal y el resto cumplió con creces, como de costumbre.
El Barça acaba de lanzar un interesante aviso. En esta Champions, donde ya no están Real Madrid ni Chelsea y donde puede llegar a caer un rival asequible en cuartos, ellos son más candidatos que nunca. O mejor dicho, son tan candidatos como antes. En los momentos clave, este equipo supo responder. Y este miércoles no fue la excepción. Ahora, a esperar el bombo. Mientras tanto, la afición desborda de euforia y se imagina desplazándose en mayo a ese estadio al que todos quieren ir, pero ellos más que ninguno.