¡Arriba las manos!

"Esto es un atraco". Esa sería la frase que completaría el encabezado de este artículo. Es que resulta imposible hacer referencia a otra cuestión en un partido en el que el Atlético de Madrid debió haber ganado en Anfield, de no ser por una actuación paupérrima de Hansson, el colegiado sueco. Está bien. El Liverpool tuvo contra las cuerdas a los de Aguirre durante buena parte del cotejo, fallaron varias ocasiones y pudieron haber empatado "por las buenas". Pero un equipo con el talante del de Benítez no necesita de esas ayudas arbitrales para ganar esta clase de encuentros. Es por eso que es totalmente comprensible el fastidio que los jugadores colchoneros tenían al salir de la cancha y la que puebla en este momento el corazón de cualquier rojiblanco.
Antes de dicho entuerto, el Atleti había protagonizado un encuentro bastante decente, que casi le significa su segunda victoria por competiciones internacionales en la madre patria del balompié. Aguirre confió en una alineación más poblada en la zona media y con Forlán como único punta bien definido, secundado por Simao y Maxi Rodríguez. Y las cosas no le estaban yendo mal. Tal es así que se retiró victorioso al vestuario con un tanto del reaparecido argentino, que se anotó con una de sus clásicas definiciones. En el segundo acto, la cuestión fue tomando matices cada vez más oscuros y los locales, como era de esperar, tuvieron varias oportunidades de llegar al empate. Luego llegó lo que todos conocemos. Cómo será la cosa que los pocos minutos que jugó el "Kun" y la presencia de Fernando Torres en la grada quedaron en un segundo plano absoluto.
No me gusta pensar en teorías conspirativas, pase de facturas por parte de la UEFA y ese tipo de entuertos. Prefiero quedarme con la idea de que en esta clase de competiciones los arbitrajes suelen ser por demás de caseros. Está claro: se obviaron dos posibles penaltis por mano a Carragher y Mascherano. Pero también uno de Perea, que era mucho más sancionable a mi criterio que el que se acabó dictaminando. De todos modos, queda un pequeño margen de duda a favor del asistente, ya que existe un contacto, que de ninguna manera me parece que provoca la pena máxima. De todos modos, a no dramatizar: con sólo conseguir un punto más en los dos partidos que le restan tendrá prácticamente su clasificación abrochada. Y hasta cuenta con interesantes oportunidades de ser el primero del grupo.
EL BARÇA NO PASA DEL EMPATE EN CASA
Extraño resultado el del Barça, ¿no? Después de golear por quintuplicado a su rival de ayer en su propia casa, se da el lujo de dejarse dos puntos en el mismísimo Camp Nou contra el equipo más asequible de todo el grupo. Los de Guardiola no mostraron las mismas armas que en estos últimos partidos y hasta jugaron como sobrando la situación, creyendo que ganarían con la sola presencia de sus camisetas y físicos. Pero no. El Basilea tomó nota de todos los errores cometidos en el pasado cotejo y se llevó un punto impensado, que no le sirve de mucho (también el Sporting de Lisboa obtuvo el pase de ronda) pero que lo deja expectante para luchar contra el Shakhtar por un sitio en la UEFA. Messi adelantó a la escuadra culé ni bien sus botas pisaron campo, pero ese interesante jugador suizo de origen turco llamado Eren Derdiyok -uno de los mejores helvéticos en la pasada Euro- decretó la igualdad en los minutos finales de juego. Ahora sólo resta esperar la definición del grupo en Can Barça. Los octavos ya son una realidad, tal y como se pensaba. Lo malo: Andrés Iniesta out por seis semanas.
Por otra parte, es notable lo interesante que se ha puesto el grupo A, ya que a falta de dos jornadas son tres puntos los que separan a primero de último. Con sus victorias, acaso impensadas, tanto el Girondins como la Roma se metieron de lleno en la lucha por conseguir un lugar en los octavos. Los de la capital italiana se impusieron con autoridad al Chelsea por 3-1, con un partido digno de killer de Vucinic. Por otra parte, los de Bordeaux consiguieron hacerse con los tres puntos en su visita a Transilvania, donde los recibió el modesto CFR Cluj, quien ve como se desvanecen sus oportunidades, pero que sigue con las ilusiones intactas de conseguir el pasaje la próxima ronda.
Y hablando de modestos que intentan llegar a octavos, es imposible no hablar -y hasta emocionarse- con los chipriotas del Anorthosis Famagusta. La gran revelación de esta Champions League volvió a hacer un gran partido frente a un rival superior como lo es el Inter y hasta estuvo al borde de la victoria, de no ser por ese tanto de Cruz que puso el 3-3 definitivo a 10 minutos del final. Los de la isla sueñan con los ojos abiertos, ya que tienen 5 unidades, una más que Panathinaikos y dos más que Werder Bremen. Justamente, estos serán su próximo rival y tendrán que viajar a Chipre. De obtener una victoria en su propio feudo (recordar que el encuentro de ida terminó 0-0) y de pinchar los griegos frente a los neroazzurri, el Anorthosis estará en un sitio donde jamás lo pensó. ¿O había algún que otro optimista que confiaba en llegar hasta la última jornada con las posibilidades intactas de pasar de ronda?