Un repaso por este fin de semana futbolero

Otro fin de semana de amplia actividad futbolística se ha sucedido en estos días y nuevamente hemos tenido que apelar a la división de tiempos para poder observar uno u otro encuentro que se jugó allí y allá. Lo cierto es que ha habido fútbol en cantidad y ya cada vez falta menos para que la Liga comience, sin contar los partidos de Champions que tendremos entre semana. Como destacados, me quedo con la obtención del oro olímpico por parte de la selección argentina, con ese demente partido que disputaron el Real Madrid y el Valencia y, como no, con un derbi de esos como pocos hay en el mundo, el siempre cálido "clásico de Avellaneda" que Racing e Independiente disputaron ayer.
LA ALBICELESTE REVALIDA EL ORO OLÍMPICO
Comencemos por lo primero. Final entre argentinos y nigerianos en los Juegos Olímpicos. Ya veníamos siguiendo lo acontencido en Beijing desde que antes que la competición comience y ahora ya estabamos apreciando su final. Por un lado, uno de los favoritos por derecho propio y por el otro la sorpresa y revelación del torneo. Y creo que, en cierta forma, se volvió a ver a la Argentina de casi todo el certamen, menos el partido con Brasil. Jugar a la posesión, dominar los tiempos del partido, controlar al rival y esperar momentos precisos para golpear en las redes. La definición llegó con un toque exquisito de ese talentoso muchacho llamado Ángel Di María, que de repente es pretendido por varios clubes de Europa. No me extrañaría que empiece a pedir pista en la selección mayor. Y mucho más aún si es un puesto que no está del todo cubierto para el combinado de Alfio Basile. En fin, repetición del oro para la Argentina, en un campeonato en donde en ningún momento dio la sensación de que podía llegar a quedarse sin él. Una selección sub 23, pero compuesta con una extensa base de la mayor fue demasiado para rivales de menor talante.
UNA SUPERCOPA DE LOCOS
¡La que nos espera con la liga española si esta Supercopa es un adelanto de lo que sucederá en ella! Si la temporada pasada nos veníamos quejando de lo loca que estaba la Liga, de cómo las cosas cambiaban de parecer y se negaban a obrar con "normalidad", pues tendremos que ir curándonos de espanto. ¿O cómo hacemos para explicar entonces esta impresionante remontada del Real Madrid ante el Valencia? 1-0 en contra, habiendo perdido el partido de ida, con Van der Vaart expulsado y luego su compatriota goleador siguiendo su senda, aunque ya con el encuentro igualado. Robben dio un concierto sobre el césped del Bernabéu, Sergio Ramos apareció en el momento justo, y el Valencia se pareció ridículamente a aquel River que terminara siendo eliminado por San Lorenzo en ese épico partido. De seguro, los madridistas no deben estar muy tranquilos por el rendimiento exhibido ayer, pero sí del inmenso coraje que impusieron sus jugadores en inferioridad numérica, demostrando que a veces hay que recurrir a la dimensión heroica para revertir los resultados. Las calamidades defensivas del Valencia hicieron el resto y el gol de Morientes trajo los fantasmas de que cualquier cosa podía suceder en un partido ilógico. Pero todo terminó con la escuadra merengue siendo el primer sonriente de la temporada que se acaba de inaugurar. Repito: si en este año se repite lo que vimos en estos dos partidos, hay que prepararse para vivir emociones a raudales.
DERBI CALIENTE EN AVELLANEDA
Realmente impresionante el clima que se vivió en el Juan Domingo Perón para una nueva versión del "Clásico de Avellaneda", ese partido que enfrenta a los dos equipos vecinos. A pesar de que son escasos los metros que separan a los estadios de uno y otro equipo, Racing e Independiente mantienen una rivalidad que los aleja kilómetros entre sí. Mientras uno de los dos, la "Academia", es una de las instituciones más sufridas -coqueteo con el descenso incluido- del fútbol rioplatense, el otro es un auténtico tradicional con frondoso pasado pero algo alicaído presente. Los colores celeste y blanco, pero también el rojo se hacían presentes como protagonistas exclusivos en un duelo de hinchadas incomparable. Afortunadamente, el partido respondió en emociones como el marco lo imponía. Mientras el de presente más pobre, Racing, dominaba el partido y contaba con las mejores situaciones de gol, era el "Rojo" el que se ponía en ventaja de manera casi fortuita. Los minutos del reloj se iban agotando y parecía que otra jornada de frustraciones y sensación de injusticia se iba para el lado de los de Juan Manuel Llop, pero la igualdad llegó in extremis, en el minuto 45 del segundo tiempo. Franco Sosa, defensa del equipo albiceleste, apareció en posición de delantero y definió ante el portero Assman (se aceptan bromas sobre el apellido del hombre en cuestión). La parcialidad racinguista deliraba al por mayor. Y, como era de esperar, el partido finalizó en tangana, con los jugadores de Independiente enardecidos, no pudiendo creer como se les había escapado un partido que hubiesen ganado sin merecerlo. Empate con sabor a victoria y, tal vez, un buen punto de partida para poder remontar un presente magro y amenazante.