La Roma saca a relucir su guapeza por el Bernabéu

vucinic.jpg"Tragedia en el Bernabéu". Ese tranquilamente podría haber sido un titular posible para un periódico sensacionalista con respecto al partido que ha finalizado hace escasos minutos en Chamartín. Si bien no podría remarcarse este hecho como un suceso luctuoso, es toda una anomalía que el Real Madrid no esté en el bombo de cuartos de final de esta UEFA Champions League. Toda una rareza, aún más, que esta sea ya la cuarta temporada consecutiva que esto acontece. La liga de campeones que antes era una cuestión filial para los merengues, un torneo que eran capaces de ganar casi nada más que con la camiseta, ahora se le transforma esquivo y termina mostrándolo como un equipo que naufraga con tempranía. El Real Madrid, a ser sinceros, en ningún momento supo cómo vulnerar a esta inteligente Roma. Sin temor a ser recurrente, expreso que definir la llave en casa y teniendo que remontar un resultado adverso -aunque fuera la mínima diferencia- no siempre es garantía de confianza. Y mucho menos contra un conjunto como este de Spalletti, que supo manejar los tiempos, que abroqueló sus líneas y supo salir de contra cuando la situación lo ameritaba. Así fueron transcurriendo los minutos y el Madrid sólo pudo crear dos chances netas de gol por medio de Julio Baptista. Y también la Roma había tenido lo suyo por medio de Aquilani. El Real mortífero, ese que aplasta con flagrancia y toque a sus rivales, hoy no hizo su aparición estelar. Todo lo contrario: vio como se tenía que ir Pepe a los vestuario, tuvo que soportar un resultado adverso minutos después y necesitó de un gol en posición adelantada de Raúl -el que siempre da la cara- para empardar la contienda. Para colmo de males, Vucinic, uno de los revulsivos que Spalletti tenía guardado bajo la manga, finiquitó el pleito sobre el tiempo de descuento. Esta es una dolorosa eliminación para los de Schuster. Todos saben muy bien lo que significa la liga de campeones para el Real Madrid y nadie quería quedar afuera en estas circunstancias, más aún cuando la victoria ante el Recre había levantado los ánimos de la plantilla. De todos modos, está claro que esta escuadra merengue no es la misma del pasado semestre. Hasta los números lo demuestran. Schuster tendrá que aferrarse a la liga y no cometer ni un sólo despiste más. Todos los ojos canibales estarán posados sobre su cabeza. Retomando la senda del resto de la eliminatoria, no hubo lugar a ninguna sorpresa en Stamford Bridge, donde el Chelsea superó con solvencia al Olympiakos. Eso sí, el Porto y el Schalke se reservaron sus minutos de suspense. Mientras los germánicos tenían el pase en sus manos y los lusitanos jugaban con 10, apareció el buen ariete argentino Lisandro López para llevar todo a la prórroga. Allí, como siempre, puede suceder cualquier cosa. A pesar de la inferioridad numérica del Porto, hizo valer su condición de local y tal vez mereció más. Y tampoco la suerte los iba a acompañar en la tanda de penaltis, donde Neuer repitió lo bueno que hizo Volkan Demirel ayer en Sevilla. Ahora sólo resta conocer lo que harán Inter y Liverpool y los cuartos estarán en bandeja. Eso sí, con un solitario equipo español: el Fútbol Club Barcelona, que a pesar de todo, se mantiene vivo en las tres competiciones que disputa.

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