La resistencia bilbaína

athletic.jpgYa habían pasado por estas filas dos de los equipos que desde este sitio consideramos candidatos a ocupar una plaza en Segunda para la próxima temporada. Estos eran el Deportivo La Coruña y el Levante. He aquí a uno de los terceros en discordia: el Athletic Club de Bilbao. Los leones de San Mamés hace varios años que vienen salvando sobre la hora su inexpugnable orgullo de jamás haber descendido de categoría, algo de lo que tan sólo pueden jactarse el Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid.  Horas y horas de sufrimiento, de un equipo que no da la talla y de una cantera -otrora poderosísima- que hace rato no saca un crack a las pistas. ¿Será el momento en Bilbao de romper con la tradición de no fichar extranjeros con tal de salvar el pellejo? En ese apartado, el Athletic es un club ejemplar a nivel mundial. Y debe estar orgulloso de eso. Sigue sin ser un club gerenciado (jamás obtuvo el grado de SAD), no porta publicidad en camiseta y, además, no posee jugadores en la plantilla que no sean de Euskadi. Algo así como el último bastión de una resistencia romántica que ha ignorado los límites del fútbol actual hipermercantilizado. El Athletic parece desconocer esas reglas del balompié imperante. ¿Pero le bastará con su autosuficiencia para conservar el tan preciado e inmaculado trofeo de la permanencia? Irse a Segunda no es la muerte de nadie. Y, en todo caso, el Athletic debe estar totalmente conciente de que lo hizo con la frente alta, sin renunciar a sus principios de toda la vida. Algo de lo que no cualquiera puede jactarse.

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