Nadie quiere a Luis Enrique

Hace dos semanas nadie lo hubiera imaginado, pero Luis Enrique comienza el mes de noviembre cuestionado tanto por la plantilla del Barcelona como por la grada. Pese a que el conjunto azulgrana tuvo un arranque de temporada inmaculado, ganando casi todos sus partidos y sin encajar goles, las derrotas frente al Real Madrid y el Celta de Vigo han sembrado las dudas sobre el entrenador culé. El asturiano se encuentra sumergido de lleno en la que ya es su primera crisis al frente del conjunto catalán. Andoni Zubizarreta ha mostrado la confianza del club en el técnico ante las cámaras asegurando que no tienen dudas de "la capacidad de Luis Enrique", pero al día siguiente se ha podido ver como el director deportivo entrada en el despacho del entrenador para mantener una reunión. En cualquier caso, es evidente que Luis Enrique se encuentra en una situación delicada a causa de varios factores. Los analizamos.

1- Rotaciones que generan confusión

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Luis Enrique es esclavo del tridente ofensivo que forman Neymar, Luis Suárez y Messi. A partir de ahí construye el resto de la alineación y todavía no tiene claros cuales deben ser los cimientos. Las rotaciones en las alineaciones del asturiano están siendo una constante durante toda la temporada. El problema es que apenas llevamos dos meses de competición. Lo que se intenta disfrazar de rotaciones para oxigenar a los jugadores es en realidad falta de claridad en las ideas. Cada día juega uno y la supervivencia en el once no va ligada exclusivamente al rendimiento o el resultado. Esto provoca que muchos jugadores se sientan confusos y así lo hayan manifestado en sus círculos más íntimos. Muchos han reconocido que no creen en la capacidad de Luis Enrique.

2- Perdido tácticamente

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Derivado del primer punto se genera el segundo. Luis Enrique no tiene claro con quien jugar y tampoco a qué jugar. El Barcelona ha tenido una filosofía de juego muy marcada durante los últimos años. Con Tata Martino esto se comenzó a distorsionar. Con Luis Enrique, el centro del campo ha pasado a ser la indefinición personificada. Unos días se intenta resucitar el estilo "guardiolista" juntando a Xavi Hernández y Andrés Iniesta. Otros se busca mayor velocidad con Rakitic y Rafinha. Contra el Celta de Vigo, el Barcelona jugó al contragolpe, con un fútbol demasiado directo. Estos cambios son la prueba clara de que Luis Enrique no tiene claro a qué jugar con el Barcelona y, como consecuencia de ello, aumenta las dudas en los jugadores.

3- Problemas personales

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También es palpable que algunos de los jugadores del Barcelona mantienen una mala relación con su entrenador. Gerard Piqué no atraviesa por su mejor estado de forma. Eso es innegable. Sin embargo, su rendimiento no es peor que el otros compañeros de zaga. Pese a ello, él siempre es el perjudicado. También se han visto actitudes sorprendentes como la de Jérémy Mathieu, quien ha llegado a cuestionar físicamente a su entrenador por hacerle jugar de lateral izquierdo contra el Real Madrid. O cuando Lionel Messi se negó a ser sustituido cuando Luis Enrique quiso sacarle del partido. Precisamente la relación con Messi puede ser uno de los principales problemas de Luis Enrique. Algunas fuentes aseguran que es algo fría y el asturiano ha iniciado un pulso con el argentino que nunca podrá ganar.

4- Mala relación con la prensa

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Pese a que Luis Enrique ya ha convivido con los medios de comunicación de Barcelona durante su etapa como jugador y como entrenador del filial, no se siente cómodo ante la prensa. Siempre que comparece en rueda de prensa lo hace a la defensiva y sintiéndose atacado, lo que deriva en algunas reacciones incomprensibles, con respuestas que puede ser incómodas. Es evidente que Luis Enrique no se siente cómodo dando explicaciones y se siente atacado. O teme que pueda ser atacado. Y esto sucedía cuando las cosas iban bien. Ahora que los resultados dan la espalda todo puede ir a peor.

EL DEBATE: ¿ESTÁ CAPACITADO LUIS ENRIQUE PARA ENTRENAR AL BARCELONA?