Enemigos de banquillo

Si eres entrenador de prestigo es más fácil que tengas más enemigos que amigos dentro de la profesión. La bronca entre José Morurinho y Manuel Pellegrini a cuentas de la primera visita del chileno al Bernabeú tras su despido del Real Madrid ha desenterrado la lista de grandes rivalidades entre técnicos. El portugués sabe mucho de esto y en su etapa en la Premier League ya dejó muchos 'amigos' en los banquillos.

Su paso por la dirección técnica blanca le está dejando más rajadas contra compañeros que otra cosa. Si en las primeras semanas del campeonato echó en cara veladamente a Manuel Preciado el haber alineado un equipo de suplentes en el Camp Nou, la bronca subió de tono cuando ambos se encontraron en El Molinón. El cántabro le había acusado de "canalla" por sus insinuaciones y el saludo fue más que frío. Tras acabar el partido, el segundo del portugués casi llega a las manos con Preciado.

Con Pellegrini la cosa fue más sutil pero llena de malas intenciones. En la previa aseguró que él nunca iría al Málaga, sino a un gran club de Europa, tras ser despedido del Madrid. Antes del partido se dieron la mano porque el chileno fue a saludar al técnico local y tras el 7-0 Mourinho fue directo contra el chileno: "no tengo nada contra Málaga ni contra el club".

Amigos no le faltan al portugués, que también tiene una relación complicada con Arsene Wenger y Rafa Benítez. Llegó a decir de ellos que nunca serían "tan especiales" como él. Aunque también es difícil llevarse bien con el español. Su paso por el Liverpool también dejó broncas con colegas de profesión. La más sonada, con Alex Ferguson, manager del Manchester United. El escocés se encargó durante la primera temporada de menospreciar el talento de Benítez, al que veía como un entrenador de fuera que venía a implantar un fútbol que no gustaba por esa latitud. Se equivocó y en el primer año dio una Champions a los 'Reds'.

Benítez no eludió la pelea y durante los seis años que pasó en Anfield Road denunció el corporativismo de los entrenadores británicos. Una de las principales quejas del madrileño era que Sir Alex tuviera carta blanca para hacer lo que quisiera y decir lo que se le antojase. Ferguson ha acusado incluso al español de ser el culpable de mala situación del Liverpool esta temporada, aún estando fuera de él.

Inglaterra ha vivido este pasado fin de semana su último choque de egos. Tras acabar el partido entre Manchester City y Fulham, Mark Hughes técnico de los de Londres extendió la mano para saludar a Roberto Mancini. Al ver que el italiano no le miraba a los ojos le soltó la mano con desdén y más tarde se lo echó en cara en la rueda de prensa. La abrupta salida de Hughes del City hace dos años encendió la mecha de una mala relación que ahora ha explotado.

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Este año la Liga también ha vivido el nacimiento de una bronca que promete. Las vidas de Quique Sánchez Flores y Gregorio Manzano parece que se pueden cruzar este verano. La tensión entre ambos saltó cuando Manzano debutó con el Sevilla. "Espero que le vaya bien, aunque también que deje de hablar de lo que tienen que hacer otros equipos y otros técnicos", unas declaraciones que calificó de "poco éticas".

El técnico del Átlético de Madrid suavizó más tarde sus palabras pero las malas caras estuvieron presentes en su enfrentamiento en Liga. No hubo saludo cordial y los continuos rumores que sitúan a ambos en el banquillo del otro no han hecho más que agriar la relación.