Seleccionador o cómo no poder dejar contentos a todos
Imposible satisfacer al país de los cuarenta millones de entrenadores
Con las convocatorias de la selección española me pasa como con las entregas de premios cinematográficas: si ganan las favoritas, es una edición poco arriesgada y sin sopresas, pero si alguna galardón cae en alguien que revienta quinielas (sí, en esto también las hay) se habla de la injusticia de que no la ganara el favorito, centrándose más en el fracaso del no ganador que en las virtudes del triunfador. Hace unos días mi compañero y amigo Francisco Ortí hablaba de que esta última convocatoria de Del Bosque dejaba claro que el seleccionador español tiene dudas en torno al equipo que debe de llevar a Polonia y Ucrania para defender el título conseguido en Austria en 2008.
Entonces uno se sienta a la vera de un café caliente y se pone a hojear cualquier periódico deportivo a reflexionar sobre estas dudas o esta locura transitoria que parece haber abordado al bueno de Vicente. Resulta que ha dejado de llamar a Fernando Torres, delantero que cada fin de semana se gana muchos palos por su falta de gol y deja claro que cada vez es más fanatismo que razones objetivas las que orientan las opiniones de sus defensores a ultranza. Su sustituto, curiosamente, es Roberto Soldado, el máximo goleador nacional en Liga que casi desde antes que arrancase la Liga, se le pedían oportunidades para trasladar su buen momento en el Valencia a la selección. Quizás las dudas venga porque el delantero valenciano lleva varios partidos sin marcar.
Otro punto que genera dudas es la llamada de menos defensores 'puros'. Parece que a Fran y a alguno más le preocupa que no vaya Raúl Albiol, jugador casi apartado por Mourinho en el Real Madrid y que, para más inri, acusa su falta de ritmo cada vez (espaciadas en el tiempo) que su entrenador le da minutos. Curiosamente, no se cae de la lista Javi Martínez, el fantástico centrocampista del Athletic que no sólo nos enamoró como mediocentro sino que Marcelo Bielsa, 'El Loco' le dicen, nos lo ha representado como un imperial defensa central. No es mala idea que Del Bosque piense en el 24 del Athletic como defensor sabiendo que Albiol no irá a la Eurocopa y que Gerard Piqué anda distraído cuando juega.
Pero quizás mi punto favorito es el debate alrededor de Iker Muniain. Si bien las opiniones y foros de debate que frecuento celebran que se premie el buen hacer del chaval con una llamada a la selección, hay quienes ven prematuro el llamarle habiendo jugadores de sobra para el centro del campo o incluso quienes sólo por no ver repetido el caso de Botía o Montoya, dejarían al 'cachorro' en su casa o le enviarían a trabajar con la Selección Olímpica, que también fue anunciada por Milla. Parece ser que volvemos a la época en la que si no interesa mediáticamente, debemos mirar el DNI de los jugadores a la hora de ubicarlo en la categoría que toca.
Pero ¿por qué ando tan quejoso con el tema de la selección española, sus llamados y las reacciones que provocan entre los aficionados? Está claro, porque parece que nadie quiere recordar que es una convocatoria para un partido amistoso, de preparación. Si Del Bosque quiere hacer cambios es ahora cuando debe hacerlos y no esperar a una derrota en la fase de grupos de la Eurocopa para meter cambios. A Polonia se tiene que ir con el Plan A memorizado, pero también con el B y el C bien frescos porque a pesar de ser un torneo corto, nunca más de seis partidos contando con llegar a la final, hay que tener claro que no se premiará a la regularidad o a lo vistoso del juego de España, sino al acierto con el que conviva durante ese mes. Y como es imposible adivinar cómo se desarrollarán los partidos (puedes tener una ligera idea pero no una visión detallada a tanto tiempo vista) es necesario saber con qué puedes contar. Y ojo, también tener claro que esto no acaba, que hay que ir trabajando para el futuro y que parece que se cuenta con una buena generación por detrás de Casillas, Xavi, Puyol y Villa (yo creo que irá) que ya pasan de la treintena y que han sido los jugadores sobre los que se han construído los recientes triunfos del equipo.
¿Por qué no ir metiendo en la dinámica a otros jugadores jóvenes teniendo en cuenta que viene la Euro, la Copa Confederaciones y el Mundial los tres próximos veranos?
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