Chimy Ávila y la revolución de Pamplona

En sus últimos seis partidos, el argentino ha anotado seis goles contra equipos de la parte de arriba de la tabla de posiciones.

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En un campeonato gobernado en la última década –y un poco más- por Lionel Messi, es complicado hablar de un argentino que consiga marcar la diferencia y la dinámica del encuentro dentro de un equipo de La Liga que no lleve en la espalda el número 10 en una franela blaugrana. Pero es que, Chimy Ávila está catapultando al Osasuna a un lugar de la tabla que no conocería de no ser por él. En su primer año en El Sadar ha producido 10 goles (Ocho anotaciones y dos asistencias) para su equipo (25 en lo que va de Liga) en 17 partidos de los cuales empezó en 15 pero, más allá de su impacto de cara al arco rival, él aporta mucho más.

En sus últimos seis partidos, Chimy Ávila ha anotado seis goles.

El ex jugador del Huesca y de San Lorenzo de Almagro es energía pura, tanto para levantar a su equipo en los contextos más complicados o poder liderar desde la nada misma a los de Jagoba Arrasate, quien también le ha construido un contexto ideal al argentino para que este tenga la libertad de ir siempre, un detalle que lo convierte n en un jugador diferencial porque nunca pierde el rumbo y se mantiene contactado con la intención de ir por todo. Le gusta mantenerse en acción sea para venir a ofrecerse de apoyo, ganar en el juego directo, conduciendo por fuera o corriendo a los centrales. Él, por sí mismo, explica el ataque del Osasuna en su totalidad.

El conjunto de Pamplona es el noveno equipo con más posesión de la pelota de La Liga pero es el sexto con más oportunidades creadas (por encima del Valencia CF y el Sevilla) con 40 en lo que va de torneo, lo que evidencia la importancia de Chimy Ávila en el funcionamiento pese a ser un equipo que no domina los partidos a raíz de la esférica. Al mismo tiempo, es el tercer jugador con más disparos por partido solo por detrás de Karim Benzema y Lionel Messi, los dos futbolistas que más condicionan el ataque de los dos grandes de España. Y es que, en este momento, sacando alguna que otra excepción, el argentino es el mejor jugador de la segunda guardia en La Liga y es una de las pocas diferencias que tienen al Osasuna lejos de la zona del descenso.

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