Pochettino y la fugacidad

El Tottenham realizó un comunicado, donde hacía alusión al despido de Mauricio Pochettino por razones de resultado. Analicemos.

Por lo menos es una situación que a primera vista, genera sorpresa. Los entretelones son difíciles de dirimir cuando se está en la lejanía. Por eso el análisis que realizare partirá del comunicado que hizo el Tottenham sobre el despido de Mauricio Pochettino. Cito al presidente de la institución, Daniel Levy: “Lamentablemente, los resultados al final de la temporada pasada y al comienzo de ésta han sido extremadamente decepcionantes”.

Es difícil diagramar la realidad de un equipo sin tener en cuenta su contexto y sus antecedentes. Los Spurs vienen de ser finalistas de la última edición de la UEFA Champions League. En ese proceso, se desarrolló una economía de pocas inversiones de talento por parte del club, recordando que la institución londinense centro su poderío monetario en la construcción del nuevo estadio. Pero para Pochettino esto no fue una excusa para construir momentos de grandeza, formación de jugadores a partir de fundamentos, generación de tácticas colectivas inteligentes. No hubo victimizaciones, hubo un anhelo de ser cada vez mejor.

Y la verdad, que el Tottenham potenció sus probabilidades y posibilidades de juego con el entrenador argentino. Hay entrenadores que hacen mejores a los equipos y a los jugadores. Potencian a las individualidades, crean una plataforma que aumentan las condiciones de juego de los futbolistas. La búsqueda está ahí: en maximizar las fases evolutivas creativas de un equipo. Y Pochettino construyo esas fases, en la cual el Tottenham encontró registros que transformaron sus forma de concebir las situaciones de recuperación, elaboración y definición.

Un equipo que ha tenido mecanismos defensivos que reducían las virtudes del contrario, conn Harry Kane cómo faro para progresar o activar el ataque, volantes versátiles y dúctiles con capacidad creativa y de asaltar el área como finalizadores de jugada, la idea de atraer hacia un costado para liberar hacia el lado opuesto con la amplitud de los laterales, etc.

Es cierto que no fue el mejor inicio de temporada del Tottenham. Hoy por hoy se encuentra decimo cuarto en la Premier League. En esta era del consumo, se entiende como los entrenadores cambian, porque el tiempo es tirano con aquellos que no cumplen con el alto rendimiento que imprime la cosecha de buenos resultados. Pero también es lógico que los equipos no sean una foto fija, un cuadro. Es un ser vivo y los momentos no son definitorios. Son volátiles. Y edificar sobre esas necesidades que aparecen, es un desafío, que Pochettino no tendrá la chance de realizar.

Finalizo con esto: los entrenadores no son por sus resultados. O tal vez sí. Pero lo sustancial es aquello que se ha dejado como huella desde lo didáctico. El resultado condiciona la estadía en esta era fugaz. Pero nunca hay que dejar de ponerle el acento a aquellos que marcaron un antes y un después.

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