Empate del Río de la Plata
La Argentina empató frente a Uruguay en su última parada antes de empezar las eliminatorias sudamericanas rumbo a Qatar 2022.
La Argentina jugo su último partido de preparación antes de que comiencen las eliminatorias sudamericanas en marzo. El partido terminó con un empate entre el conjunto Charrúa y la selección argentina 2 a 2. Los goles por parte del equipo celeste fueron de Cavani y Suarez. Por el lado de la Argentina, los goles fueron convertidos por Agüero de cabeza, luego de un centro realizado por Messi, y el empate fue efectuado por el mismo Messi de penal.
El partido, mas allá de que la Argentina no tuvo algunos jugadores con respecto al partido frente a Brasil, que por el mero hecho de tener características diferentes se relacionan con el juego de forma distinta, mostro la dificultad que debe desandar un equipo cuando tiene que enfrentar a un rival que genera un cerrojo, líneas bien juntas, con distancias recortadas, que impiden el margen de maniobra. En esos escenarios, se debe tener una gran capacidad de circulación, generación de paredes, funcionamiento que permita que los volantes puedan incrustarse en el área, ensanchar el campo, para crear vacíos por el juego interno, fijación de líneas para fabricar espacios.
La Argentina hoy por hoy se lleva mejor con ciertos registros que con otros. Dybala por lapsos comprendió algunas cosas que necesitaba la selección: ubicación entre líneas y a partir de ahí construir, progresar, activar, generar sociedades en espacios reducidos a uno o dos toques, saber qué hacer con antelación, salir para construir superioridades numéricas. Messi siendo ese talento que conjuga todo tipo de velocidades a través de su gambeta, que forma paredes en resquicios acortados. Pero claro, se necesita de mucha precisión para interactuar y romper líneas de manera fructífera ante metros tan acortados que genera Uruguay.
No es fácil, encontrar líneas de pase, perforar, ser profundo cuando hay líneas tan estrechas. Y la Argentina aun no tiene un funcionamiento sofisticado para vulnerar líneas que achican hacia atrás. Porque se requiere de movimientos, conceptos y fundamentos que sepan vulnerar colectivamente al rival. Conceptos de distracción, engaño, fluidez, utilización de la pelota para desordenar. Y en eso, a la Argentina aun le falta para ser constante en el juego.
En los últimos minutos, la Argentina ya no dependía de la construcción de juego, sino del talento. De lo que podía pasar a partir de las inspiraciones individuales y colectivas. La utilización de la gambeta, el remate, el pase gol, las asociaciones rápidas, las posiciones fijas e inclusive el azar. La Argentina llego al empate a partir de estas dos últimas
La selección necesita mejorar aún más en su capacidad de utilizar la pelota. La coordinación con ella es esencial ante equipos que esperan ser atacados. A partir de ahí, buscar mayores ingredientes y jugadores que se familiaricen con diversas tácticas para encontrar caminos, desordenar al rival y crear espacios. No olvidemos: construir es mas difícil que destruir.