Lionel Scaloni encontró el camino
La victoria contra Brasil sirvió para demostrar que, pese a que todavía está en construcción, La Albiceleste tiene una idea muy clara

Pese a las críticas iniciales y a las dudas que generaba su continuidad, Lionel Scaloni encontró el camino dentro de la selección argentina a partir de las enseñanzas que tuvo en la Copa América de Brasil donde, más allá de dejar un sabor amargo en mucha facetas, se presenciaron los primeros compases de la intención que tiene el entrenador y de los interpretes que debe utilizar para poder llevarla a cabo, entendiendo que está liderando un proceso de renovación a partir de la salida de muchos históricos.
La intención, del esquema y de los intérpretes, es tener el mejor posicionamiento en las fases sin pelota, es decir, poder ocupar la mayor parte del terreno de juego con la intención de neutralizar las virtudes del rival y, a partir de la recuperación de la esférica, aprovechar la habilidad individual y la compenetración de sus piezas desde su capacidad para asociarse. Dentro de ese planteamiento el rol de sus interiores es clave para ocupar diferentes carriles a la hora de pasar la línea de la pelota y de compensar los movimientos de Lionel Messi, a quien el entrenador quiere darle el contexto ideal para que pueda aparecer en los momentos que más se le necesite.
Otro nombre clave es el de Leandro Paredes que, como MCD, tiene una función en las fases con pelota tanto en el inicio como ya en campo rival. Con el del PSG como referencia en el carril central y con esa habilidad para asociarse, puede conectarse con los atacantes que, dentro de ese dibujo, y entendiendo donde decide defender Argentina, deben tener la habilidad de ser amenazantes con sus movimientos (rupturas, desmarques).
Pese a que todavía necesitan mejorar en diferentes facetas, La Albiceleste encontró un camino claro para poder competir ante selecciones con procesos más largos y más trabajados, y poder darle a las piezas más determinantes ese contexto que necesitan para marcar la diferencia. Primero, antes que nada, es necesaria una estructura y, a partir de ahí, crecer poco a poco.