El rol de Rodrygo Goes

Pese a ser muy joven y tener todavía mucho que aprender, Rodrygo se ha convertido en una solución desde sus cualidades para el sistema de juego de Zidane

No es casualidad que el mejor momento futbolístico del Real Madrid en estas últimas dos temporadas coincida con la titularidad de Rodrygo Goes como extremo derecho. El brasileño, pese a llegar a la capital española como una promesa, se ha ganado el puesto en el equipo estelar en el conjunto de Zinedine Zidane que, a partir de él, ha conseguido construir un contexto favorable para sus principales figuras. Al igual que Federico Valverde, que cumple con un rol fundamental en la zona de volantes, el ex Santos está evolucionando y definiéndose a sí mismo dentro de este sistema.

Rodrygo aparece como extremo derecho en el 4-3-3 de Zidane en el que, a partir de su interpretación del juego, puede jugar fijando en banda o apareciendo en el carril interior, en ambos escenarios busca generar contextos a Valverde y Dani Carjaval. Cuando está pegado a la línea de cal fuerza al lateral rival a alejarse del central de ese costado y generar un espacio donde aparece el interior derecho (Valverde) para atacar con agresividad. Cuando interioriza busca dejarle el carril derecho al lateral (Carvajal) y que este pueda atacar el costado, mientras él se junta por el carril central con los mediocampistas. El brasileño define como se ataca por ese costado, tiene la libertad de decidir y orquestar a los compañeros que están cerca de él.

Al mismo tiempo, a partir de ese rol antes mencionado, compensa bien los movimientos interiores de Eden Hazard que, pese a partir como extremo izquierdo, está moviéndose como un mediapunta mucho más cerca de Karim Benzema y dejándole el costado izquierdo a las proyecciones de Marcelo, quien es quien fija en la zona de amplitud. Con los tres antes mencionados, más la presencia de Toni Kroos en la base de la jugada, el lado fuerte del Real Madrid es ese sector izquierdo y, por el lado opuesto, aparece Rodrygo atacando el área con agresividad, una faceta donde no brilla más que el resto pero que está realizando en repetidas ocasiones. Realizando esas diagonales, rellena el área para generar mucho más peligro.

Pese a ser muy joven y tener todavía mucho que aprender, Rodrygo se ha convertido en una solución desde sus cualidades para el sistema de juego de Zidane que, pese a todavía tiene que mejorar en muchas fases, está dejando una sensación de crecimiento constante.

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