La final soñada

El sábado 23 de noviembre, River Plate y Flamengo se enfrentarán en la primera final única de la Conmebol Libertadores en Santiago de Chile

Flamengo goleó a Gremio y clasificó a la final de la Libertadores Flamengo goleó a Gremio y clasificó a la final de la Libertadores

La Copa Libertadores es una de las competencias más importantes en la historia del balompié mundial. En ella residen 59 años de historia. Pero, más allá del tiempo que tiene con nosotros, La Gloria Eterna es sensacional en cada uno de sus renglones hasta el punto de, pese a no tener a los mejores exponentes del mundo, es una de las competiciones entre clubes más vistas del planeta. Tiene sus defectos, por ejemplo, el calendario que utiliza pero, cuando comienza a rodar la pelota, todo cambia.

Después de semanas de previas y análisis, River Plate y Flamengo sentenciaron lo que habían conseguido en los primeros partidos y finiquitar su clasificación a la final de la edición 2019 confirmando que, por si todavía hacía falta hacerlo, son los mejores equipos del continente y que, pese a que estén en líneas temporales diferentes (uno viene dominando por una década y el otro quiere empezar a hacerlo), llegan a esta final con la sensación de que cualquiera puede ganar.

Los dirigidos por Marcelo Gallardo llegan a su tercer final en cinco años y con dos títulos en ese lapso de tiempo. Dueños de una propuesta ofensiva (ataque posicional) que siempre busca proponer por encima del rival y, a partir de cada perdida, presionar con la intención de castigar cualquier error del contrincante en salida. Por su parte, los de Jorge Jesús son un conjunto ofensivo pero, a diferencia de su rival, realiza un ataque funcional con muchos jugadores cerca de la zona de la pelota para asociarse y progresar. Dos propuestas que tienen un mismo fin (dominar el desarrollo) pero diferentes métodos, por lo que estaremos en presencia de una final emocionante pero deliciosa para analizar.

Es complicado predecir lo que ocurrirá porque, más allá del juego o la calidad individual, existen factores que en las finales terminan cambiando el rumbo pero, sin ninguna duda, es posible afirmar que ese encuentro que se disputará en menos de un mes en Santiago de Chile, será un partidazo con todas las letras y que, a menos que pase una tragedia, superará lo ocurrido en la última final de la Champions League entre Liverpool y Tottenham. La sensación es que, a menos que pase algo terrible, veremos el mejor partido del 2019.

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