El debate interminable
Lionel Messi se llevó, para sorpresas de muchosy de otros no, el premio The Best a la mejor actuación individual de la temporada anterior
El fútbol es un deporte colectivo donde resaltar actuaciones individuales, por encima del resto, termina siendo injusto para una dinámica que exige a cada parte rendir a un nivel determinado o cumplir con roles específicos para que sea el conjunto quien llegue a la meta principal. No existe rendimiento individual que pueda sobreponerse a un equipo con un plan claro sin ayuda de terceros. Un ejemplo claro lo vimos en la anterior Champions League cuando, pese a ser inferior en la gran mayoría de las fases del juego, el FC Barcelona derrotó 3-0 al Liverpool en la ida de las semifinales con una gran actuación de Lionel Messi que, en un abrir y cerrar de ojos, dejó en jaque al que a la postre sería el campeón de Europa de la mano de un gran Virgil Van Djik.
Estos dos nombres mencionados en el párrafo anterior son quienes nos darán la posibilidad de adentrarnos en el tema principal que se quiere tocar en este artículo que, más allá de analizar elegir a uno por encima del otro, quiere buscar respuestas a lo que al redactor le parece una discusión sin sentido y sin un fundamento claro.
El argentino, uno de los mejores jugadores de la historia debido al impacto que ha en las últimas dos décadas, fue galardonado con el premio al mejor jugador de la temporada para la FIFA lo que, en situaciones normales, no debería ser una sorpresa debido a los números que tiene el astro del FC Barcelona en comparación al resto de jugadores de su posición pero, a diferencia de temporadas anteriores, es otro quien le competía por el puesto que, al igual que él, dominó su puesto, que se especializa principalmente en evitar goles, como nadie en el último año : Van Djik.
El holandés, pese a convivir en un contexto donde los halagos se reparten, es el líder del mejor equipo en la actualidad y que se ha caracterizado la última temporada por ser una muralla ante cada rival que enfrenta, dejando exhibiciones propias de uno de los mejores exponentes de la historia. El central, respaldado siempre por un colectivo al igual que cada futbolista, se ha convertido sin dudas en el mejor jugador del mundo en su rol, lo mismo que Lionel Messi desde hace una década, lo que me genera una duda que, pese a que siempre la he tenido, hoy es que me ha dado más ganas de expresar mi opinión y hoy le puedo poner nombres propios: ¿Cómo evaluamos, sacando los logros colectivos, que Virgil Van Djik hizo mejor temporada que Lionel Messi?
Una discusión que, cuando tenía como candidatos a dos de la misma posición, podía resumirse en quien anotó más goles o quien tuvo un impacto superior a partir de sus números pero, cuando comparamos a un defensor con un delantero, me parece imposible llegar a un punto claro o poder establecer un parámetro justo para poder comparar lo realizado por ambas partes. No es por menospreciar a uno ni a otro. El fútbol es un deporte donde cada fase tiene la misma importancia. En este deporte gana el que anote más goles que el rival o el que reciba menos, depende de cómo te guste verlo. A mi criterio, los premios individuales no son más que una distinción inútil donde se desvirtúa la esencia de este deporte. Se debe premiar al colectivo, al funcionamiento e ideas, no a un rendimiento individual que, sin un entorno favorable, es imposible que deslumbre.