El monito Vargas haciendo monadas
El monito Vargas empezó bien su cruzada en el Espanyol de Barcelona. Rindiendo con goles y juego. Analicemos su juego y su contexto.
El Espanyol debuto en la Europa League. Como local perdía contra el Ferencvaros, hasta que llego el empate del monito Vargas. El ex jugador de Vélez, viene con un gran registro en cuanto a su rendimiento y esta cumpliendo con creces la inversión llevada a cabo por lo periquitos.
Mencionare 3 tips para describir las características de Vargas:
- Jugador que posee velocidad de ejecución. No es un futbolista pensante. Es un jugador mucho mas relacionado al instinto, a la calle, de que la primera decisión sea atacar, atacar y atacar. Mas allá de eso, su instinto se relaciona no solo con la velocidad propiamente dicha, sino en buscar cuando acelerar, cuando frenar, en que espacios y tiempos tomar decisiones, generar engaño en el rival. Para mantenerse en la elite hay condicionantes que son de una gran importancia: espacio, tiempo y engaño.
- Sumado a esto, se le agrega el bajo grado de gravedad que posee Vargas que le permite tenes buenos controles, tener precisión en velocidad, cambiar de ritmo, de dirección, de velocidad, de idea, generar paredes, pasar por lugares reducidos. Hoy por hoy es muy importante no solo la frescura de la presión sino también saber que hacer antes de recibir, pensar rápido para eliminar cerrojos, desactivar el juego enredado.
- Jugador con capacidad para romper en espacios reducidos y largos. No solo se lleva bien con opciones a su alrededor, sino también para jugar como descolgado porque es un futbolista que posee el repertorio para ser profundo, cambiar de ritmo, conducir, pasar, etc. Tener jugadores como alternativa o no tener, no lo desordena ni le impide explotar sus condiciones de juego. Obviamente teniendo en cuenta que el equipo le de un funcionamiento que termine de explotar su talento.
- Por otro lado, el monito debe reflejar verdaderamente si posee el talento para mantenerse. La importancia de la llegada de Vargas al Espanyol es que no tiene el vicio de la expectativa. No hay una presión de una figura estigmatizada, donde el si o si rige. Donde hay ojos apoyados sobre él. Eso facilita al proceso de adaptación, de tranquilidad, de tiempo para poder seguir creciendo profesionalmente.