Roberto Firmino y la evolución del delantero centro

El brasileño es un delantero que domina los tres registros necesarios para poder ser un “9 y medio” (no es lo mismo que un falso nueve)

Roberto Firmino y la evolución del delantero centro Roberto Firmino y la evolución del delantero centro

El fútbol va en dirección a una libertad posicional total, donde diferentes interpretes tengan la capacidad para pisar diferentes zonas del terreno de juego con la intención de darle mayor fluidez a cada ataque, sea en posicional o en juego directo, donde también podemos apreciar la movilidad constante de individuos en pro de la progresión hacía el arco rival. Dentro de esa evolución táctica podemos apreciar laterales apareciendo en el carril central, interiores pisando las bandas y extremos apareciendo en los espacios entre central-lateral rival pero, una de las posiciones que más ha evolucionado en cuanto al aporte que le puede entregar a su equipo a partir de sus desplazamientos es la de delantero centro que, al igual que las demarcaciones antes mencionadas, necesita de un intérprete con características específicas y, en la actualidad, podemos apreciar a uno que destaca por encima del resto: Roberto Firmino.

El brasileño es un delantero que domina los tres registros necesarios para poder ser un “9 y medio” (no es lo mismo que un falso nueve): Desplazamientos silenciosos, calidad técnica para mejorar la circulación con cada intervención e interpretación del juego para que las dos anteriores tengan sentido. Estos tres rasgos son vitales para que un delantero centro pueda ser importante saliendo de su zona, y no termine siendo simplemente un movimiento que busque desorientar a los defensores rivales. Firmino es más que eso. Él ejecuta cada movimiento con la intención de recibir y apoyar, transformándose en un mediocampista más y, cuando ya la pelota está cerca del área, ser igual de peligroso que un delantero centro estacionario dentro del área. Teniendo matices, pese a sus diferencias puntuales, parecidas a los de Karim Benzema quien, al igual que él, define una posición que está en camino a dominar el balompié mundial.

Pese a no tener todos los reflectores, como si lo tienen Sadio Mané y Mohamed Salah (sufriendo a lo que llamo el síndrome Benzema), Roberto Firmino es de esos jugadores que pueden definir el estilo de juego del Liverpool de Jürgen Klopp que, con la ausencia del brasileño, no juega de la misma manera. Bobby es diferente y, pese a no ser quien impacte más a simple vista, es uno de los mejores jugadores del mundo y uno de los intérpretes principales de la evolución del delantero centro.

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