La zona de Griezmann
El partido del francés se puede dividir en dos partes que se convirtieron en fases claves dentro del dominio del Barcelona
Con un poco más de tiempo para desmenuzar el partido contra el Real Betis Balompié en el Camp Nou, es hora de poner la lupa el partido de Antoine Griezmann que, además de debutar con doblete en el mítico estadio catalán, nos dio una probada de lo que puede generar ubicándose donde mejor se desempeña, donde se puede mantener más activo y participativo. A diferencia que el encuentro en San Mames, el francés se posicionó en el carril central, como esa falsa referencia dentro del 4-3-3 de Ernesto Valverde y rodeado por Carles Pérez y Rafinha Alcántara, quienes fungieron como extremos entregándole al sistema energía y muchos movimientos en pro de lo que generaba el fichaje más caro (hasta ahora) de este mercado del FC Barcelona.
El partido del francés se puede dividir en dos partes desiguales que, a partir de lo que necesitaba el equipo, se convirtieron en fases claves dentro del dominio del Barcelona con la pelota y el aumento de la agresividad de cara al arco rival, siendo esa pieza más determinante cerca de Dani Martín que, después del gol inicial de Nabil Fekir, era un rol necesario para poder empatar el encuentro. Griezmann, que siempre ha destacado por su capacidad para interpretar cada situación, primero fungió como ese falso nueve que lateralizaba constantemente su posición con la intención de generar, junto al interior adelantado y el extremo, superioridad numérica en los costados donde el Betis proponía duelos en igualdad de jugadores (2vs2, 3vs3). Sus desplazamientos consiguieron que, el planteamiento de Rubi (extremos –Sergio Canales y Cristian Tello- con interiores –Frenkie de Jong y Sergi Roberto- para complicar las sociedades por dentro y presión para atosigar a Busquets en el eje), no encontrara construir un contexto favorable para el conjunto verdiblanco. Gracias a él, la circulación blaugrana fue rápida y creativa pero, al mismo tiempo, escaseaba de agresividad, lo que generó la siguiente variante.
Con la apertura del marcador, el ex Atlético de Madrid comenzó a moverse hacia delante más que para atrás y a los costados con la intención de amenazar constantemente el arco rival. Desmarques en ruptura, dominio del área, apoyos para volver a atacar la zona liberada… Un control total de las facetas de un delantero actual. Este mismo movimiento de pizarra, generó que viéramos al mejor Sergio Busquets, ese que amenaza en la frontal a partir de sus recuperaciones adelantadas y que gobierna a partir de la pelota. Sus funciones, más cerca del francés, facilitaron que los dirigidos por Ernesto Valverde tuvieran un punto de partida mucho más adelantado, donde son más peligrosos los ofensivos y donde es más fácil de defender, a partir de una presión intensa, para un equipo repleto de energía, esa cualidad necesaria para atosigar, recuperar y ser un ese equipo más parecido a lo que quiere el entrenador, y que es difícil encontrar con Lionel Messi y Luis Suárez en el ataque.
Esto, más allá de confirmar lo peligroso que puede ser el actual campeón del mundo con libertades en el flanco de ataque, delimita cual debe ser la zona del francés o, por lo menos, donde puede ser más productivo para el Barcelona pese a que, como afirma Albert Morén, “lo que pasa sin Lionel Messi hay que ponerlo en cuarentena”. Independientemente de lo que pueda venir después, y lo que pueda generarse debido a factores cambiantes (el regreso de Messi, Suárez o la llegada de Neymar), Griezmann ha encontrado su lugar en la cancha y es el que él decida a partir de lo que necesita el equipo. Partiendo desde el carril central, lateralizando para generar ventajas en los costados, amenazando los espacios en las defensas rivales y descendiendo para delimitar la zona de Sergio Busquets porque lo más importante para este Barcelona (sin el capitán) es que ambos estén lo más cerca posible sea para tener un pase más en el eje o para ser amenazantes en la frontal del área rival. La zona Griezmann es, y tiene que seguir siendo, la más cercana a la del mediocentro blaugrana.