El Sergio Busquets que todos quieren

El mediocentro catalán firmó una de sus mejores actuaciones en la últimas tres temporadas. Aquí analizaremos el contexto en el cual se desenvolvió

“Analizar las actuaciones individuales sin atender al contexto táctico tiene poco sentido”, comunicaba Adrián Cervera en twitter haciendo referencia a Sergio Busquets y como se convirtió en el principal beneficiado dentro de los matices implementados por Ernesto Valverde en su partido ante el Real Betis Balompié, que terminó con un triunfo convincente tanto a nivel individual de diferentes intérpretes como a nivel colectivo pese a tener, como es habitual, algunas lagunas dentro den de diferentes fases del juego.

La intención de Valverde, por lo menos contra el verdiblanco, se tenía rasgos cercanos al juego de posición con la utilización de diferentes piezas claves ocupando zonas puntuales, en búsqueda de generar espacios para que los jugadores pudieran comunicarse con la pelota y, al mismo tiempo, con un punto de partida más adelantada en pro de la ejecución de una presión alta. En los compases con la esférica, y haciendo un paralelismo con el partido inaugural contra el Athletic Club de Bilbao, los interiores (Sergi Roberto y Frenkie de Jong) tenían una ubicación mucho más cercana al arco rival, posicionados en ese espacio que se genera entre los volantes centrales y los extremos rivales, siempre generando una opción de pase agresivo a una zona del campo generada a partir de la posición de los extremos (Rafinha Alcántara y Carles Pérez) quienes fijaban en banda a los laterales.

En este contexto, con un FC Barcelona bien asentado en campo rival (con Gerard Piqué y Clement Lenglet cubriendo las espaldas del volante central y con los laterales en zona de seguridad ante cualquier eventual pérdida que generara una transición ofensiva del Betis) era Sergio Busquets quien brillaba por encima del resto porque, más allá de no defraudar a partir del manejo de la esférica (64 pases precisos con un 95% de efectividad, además de la asistencia a gol para Jordi Alba en el 4-1), su participación en las acciones sin pelota eran las que terminaron maravillando a todo el Camp Nou y que le dieron, como hace muchos años, la capacidad al conjunto blaugrana de defender hacía delante con coherencia y agresividad (recuperó siete pelotas, cuatro de ellas en el último tramo del terreno), con la intención de recuperar lo más lejos posible de Marc-André Ter Stegen.

El ejemplo claro de todo esto se aprecia en el gol de Jordi Alba (4-1) donde el volante central recupera la pelota en la frontal del área rival y consigue filtrar un pase maravilloso para la ruptura del lateral izquierdo, que recibió con las ventajas idóneas para definir a placer ante el displicente Dani Martín. Una anotación que, además de sentenciar el encuentro, describe a la perfección su actuación que, sin error a equivocarnos, fue de las mejores suyas en las últimas tres temporadas.

Recuperación de la pelota:

Pase a Jordi Alba:

Pese a solo ser un partido, tiempo insuficiente para poder medir el impacto de los rendimientos y diferentes variantes tácticas o para sacar conclusiones absolutistas (“Volvió el Busquets de antes”), la victoria del Barcelona en el Camp Nou nos dio una pequeña probada de lo que puede ser este curso para el conjunto de Ernesto Valverde aunque, como mencionamos previamente, no es el momento para confirmar sino para analizar y comenzar a perfilar que necesitan cada jugador para poder sobresalir. Como Antoine Griezmann necesita participar en el carril central para poder tener mucha más actividad dentro del partido, Busquets necesita este entorno para dejar destellos de lo que nos ha maravillado en la última década, para ser él Sergio que todos queremos. Pero, para poder tener más de lo que vimos ante el Betis, necesitamos ver más esta versión esta que, por lo menos en 90 minutos, nos encantó a los televidentes.

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