Un llamado de atención
Analizaremos los diferentes aspectos donde México logró sacar ventajas a Venezuela y destacaremos algunos comportamientos colectivos positivos de la Vinotinto
En su segunda amistoso de la preparación final para la Copa América de Brasil, la Vinotinto no pudo contra México y terminó cayendo 3-1 en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta. A pocos días del comienzo de la cita continental, la selección nacional de Venezuela dejó una imagen preocupante de cara al debut contra Perú y al resto de la fase de grupos, instancia que, a priori, debería pasar para no dejar la sensación de que se ha involucionado en comparación a otros proyectos a nivel sudamericano. Los dirigidos por Rafael Dudamel, que se habían puesto en ventaja con un gol casual de Jhon Murillo, tendrán que trabajar para solucionar diferentes aspectos colectivos.
Aquí, con un listado táctico, analizaremos los diferentes aspectos donde México logró sacar ventajas a Venezuela y dominar el desarrollo del encuentro pero, a su vez, destacaremos algunos comportamientos colectivos positivos de la Vinotinto, sobre todo en los pasajes donde complicó a su rival.
Claves de la derrota de Venezuela
El lado débil: El principal problema de Venezuela nacía en los costados. Cuando México atacaba y comenzaba a hacer cambios de orientación para conectar con los laterales en los costados más lejanos, conseguía jugadores en ventajas para ir al duelo 1vs1 contra el lateral criollo. Esto ocurría debido a que el modelo defensivo prioriza cerrar el carril interior, lo que termina dejando libre los costados y mantener un bloque corto en dirección de la pelota.
Venezuela nunca pudo impedir que los jugadores de banda del Tata Martino recibieran con ventajas para centrar o encarar o que, a espaldas de los interiores, consiguieran activar a sus mediocampistas.
La presión en campo mexicano: Uno de los aspectos destacables de Venezuela fue la presión en campo rival, con sus diferentes aristas y movimientos en pro de neutralizar el circuito de juego del rival. Pero, más allá de desconectar la salida inicial de Orozco en corto, el guardameta mexicano consiguió conectar en largo con los laterales que, aprovechaban los movimientos internos de los extremos para fijar por fuera y recibir con mucha facilidad.
La presión tenía una intención muy clara, pero el problema era la repartición de zonas para los que no formaban parte de manera activa de la primera línea de presión y, también, las variantes que entregaban los mexicanos, en el intercambio de zonas, para encontrar vías de pase largo.
Los costados de Junior Moreno: Una de las vías que más utilizó México para vulnerar el bloque defensivo Vinotinto partía de la movilidad de Rodolfo Pizarrdo a los costados de Junior Moreno, el volante defensivo venezolano más atrasado. Cuando el de Monterrey retrasaba su posición para tener mayor contacto con la pelota, se colocaba a un costado del de DC United, generaba una línea de pase y desarticulaba el sistema de presión criollo.
Esto nace de la presión alta de Venezuela donde, Yangel Herrera y Tomás Rincón, adelantaban su posición para marcar a los internos del Tri y que Orozco no tuviera salida en corto. El problema era que, si le daban tiempo a los centrales, filtraban y activaban el juego entre líneas de Pizarro. Además de que Junior Moreno se mueve al son de la pelota y no podía abarcar el espacio que atacaban los mexicanos. Este escenario, ante rivales con un mediapunta, podría generar mucho desconcierto en el bloque.
PRIMER GOL DE MÉXICO:
Posicionado en campo rival: En los mejores pasajes ofensivos de Venezuela, la disposición en campo rival tenía variantes similares: Los laterales/extremos fijando por fuera y Salomón Rondón fijando por dentro, liberando el carril interior para la llegada de los interiores y de los extremos/laterales que no fijaran por fuera. En esta situación, se vio la mejor versión ofensiva de Tomás Rincón que podía llegar con facilidad al área para combinar. La movilidad de los atacantes venezolanos, en esos minutos, fue interesante de cara al futuro pero, después de eso, se generó muy poco en ataque más allá de lo que hicieran Jefferson Savarino, Jhon Murillo y Juanpi Añor en plan solitario.