Un nuevo ladrillo para la pared

Felipe es un central que juega regularmente en el perfil derecho,  colocación que potencia su perfil y su buen pase corto y largo.

El nuevo proyecto del Atlético de Madrid sigue su curso y, después de anunciar múltiples salidas, se hizo oficial la primera contratación para la próxima temporada: Felipe Augusto de Almeida Monteiro, también conocido como Felipe. Central brasileño nacido en 1989 y que, después de tres temporadas con el Porto de Portugal, se mudará a España a vestir los colores de su sexto equipo (Unión FC, Club Atlético Bragattino, Coimbra, Corinthians y Porto). Su bajo costo de mercado, 20 millones de euros, y experiencia lo convirtieron en una pieza apetecible para los dirigidos por Diego Pablo Simeone pero, más allá de eso, ¿Cómo juega el nacido en Sao Paulo? ¿Qué lo hace destacar por encima del resto?

Felipe es un central que juega regularmente en el perfil derecho, colocación que potencia su perfil y su buen pase. A nivel defensivo, es un defensor que le gusta anticipar al rival, independientemente de lo lejos que este reciba de él. Si tiene la oportunidad de hacerlo, lo hace gracias a su velocidad, rasgo que también lo convierte en una bestia a la hora de hacer coberturas o a la hora de ir banda para defender la espalda de su lateral. Tiene una zona de acción bastante amplia, es decir, que abarca mucho terreno de juego y que no le pesa perder su posición, un rasgo de él que también le genera ciertos inconvenientes ante rivales que detecten ese espacio que abandonó por salir a por quien tiene la pelota, sobre todo defendiendo a campo abierto.

Tiene una rápida reacción, es decir, que saca el pie, pone la pierna y utiliza su cuerpo para ganar la pelota en el último instante y, en la mayoría de los casos, consigue réditos positivos. En estático, cuando su equipo repliega en campo propio, como le pase en repetidas ocasiones en esta temporada con el Porto, destaca al siempre estar centrado posicionalmente entendiendo que debe preocuparse únicamente por un pequeño trozo del campo y de defender el área.

A nivel ofensivo, Felipe cuenta con un gran pase tanto corto, para conectar con volantes de primera línea en fase de construcción, como largo, cuando activa a sus compañeros más alejados con un envío largo. Tiene visión de juego y una sobriedad al jugar propia de un brasileño. No toma decisiones apresuradas ni arriesgadas con la pelota, si no consigue conectar con un compañero en diferentes alturas simplemente comienza a conducir, para atraer rivales y liberar carriles de pase, o despeja al espacio intentado activar una zona del campo abandonada o donde el rival tenga un punto débil potencial

En clave Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone, Felipe llega para cubrir el vacío que deja Diego Godín en la zaga. Para ser compañero de José María Giménez, el brasileño parece ser esa pieza ideal para potenciar al uruguayo, que todavía necesita coger años de experiencia para el tomar la batuta en una zaga. Además que potenciará los escenarios donde los colchoneros defenderán es estático ante diferentes potencias en la Liga de Campeones de Europa. Más el plus de que, su buena estatura (1,88 m) lo convierten en un arma defensiva y ofensiva en los duelos aéreos y las pelotas paradas.

Pese a tener que todavía pasar por un proceso de adaptación, la contratación de Felipe parece estar acertada debido a que es un central con experiencia, buenos rendimientos recientes y que puede llegar a sumar variantes. El Cholo, que pocas veces se ha equivocado en la contratación de un central (Giménez, Savic, Alderweireld) acaba de conseguir un nuevo ladrillo para su pared, uno que necesitaba para suplir la ausencia del eterno Diego Godín.

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