To Dare is to Do
Con tres goles de Lucas Moura, el Tottenham Hotspur derrotó 3-2 al Ajax Amsterdam y clasificó a la final de la Liga de Campeones de Europa

Con tres goles de Lucas Moura, el Tottenham Hotspur derrotó 3-2 al Ajax de Amsterdam, que se habían puesto por delante con goles de Matthijs de Ligt y Hakim Ziyech, y clasificó a la final de la Liga de Campeones de Europa, luego de remontar el 0-1 sufrido hace una semana en Londres. Por primera vez en su historia, los Spurs disputarán el último partido de la temporada europea cuando enfrente al Liverpool el 1 de junio en el Wanda Metropolitano de Madrid. Una final inglesa para una de las mejores ediciones en la historia de la Champions League por el nivel demostrado en cada una de sus fases y por los desenlaces emotivos que pudimos presenciar en diferentes instancias. Una final sorpresiva pero que coronará a dos proyectos potentes.
El Tottenham pudo aprovechar el regreso de Heung-Min Son pero los nombres propios, si se pueden destacar algunos dentro de este encuentro, del partido en el Johan Cruyff Arena fueron Lucas Moura y Fernando Llorente. Los londineses se arriesgaron e hicieron historia, dandole fuerza a su eslogan: To Dare is to do (Atreverse es hacer)
Las variantes del Ajax: La primera mitad fue un duelo de ida y vuelta, donde ambos conjuntos se repartieron el dominio del encuentro en varios pasajes. Pero el Ajax fue quien logró, con muchas más variantes ofensivas, marcar la diferencia en el resultado. La movilidad de Donny Van de Beek, la explosividad en banda de Dusan Tadic (jugador más desequilibrante de los holandeses ante la ausencia de David Neres) y las apariciones punzantes de Hakim Ziyech para terminar las jugadas. El único punto flaco de la ofensiva el Ajax fue Kasper Dolberg que, al ser un nueve más nominal que Tadic, aparecía en zonas donde Van de Beek aparecía y generaba un choque que terminó perjudicando en varias oportunidades la gestación de oportunidades de peligro.
La mano de Pochettino: En la segunda mitad, Mauricio Pochettino metió la mano y potenció la variante del juego directo para incomodar mucho más la fase defensiva estática del Ajax, punto más débil del conjunto de la capital holandesa. Con la entrada de Fernando Llorente por Victor Wanyama, colocando a Christian Eriksen como volante central junto a Moussa Sissoko, y retrasar la posición de Lucas Moura, el Tottenham consiguió ganar muchos metros con lanzamientos largos y con las descargar del ariete español para la llegada de los mediapuntas. El danés fue clave en esto con sus pases largos para activar a Llorente ante De Ligt y Daley Blind.
Por ahí el Tottenham se plantó más cómodo cerca de André Onana y comenzó a generar peligro.
Ten Hag se traicionó a sí mismo: Más allá del planteamiento del Tottenham, el Ajax le cedió muchos metros a su rival para que progresara y consiguiera llevar a su campo con mayor facilidad. La intención era activar en los contragolpes a Ziyech, Tadic y Van de Beek pero, al no lograr sentenciar la serie con una anotación más, y tuvieron múltiples oportunidades para hacerlo, comenzaron a aparecer las dudas dentro de un plantel joven. Mientras que los goles ingleses comenzaron a caer, todos los problemas holandeses comenzaron a aumentar y potenciarse.
Más allá de un problema de inexperiencia, el Ajax se traicionó a sí mismo. No mantuvo, como lo hizo contra el Real Madrid y la Juventus de Turín, el resultado con la misma agresividad en cuanto a presión y propuesta ofensiva. Bajó la intensidad y replegó líneas, llevando el encuentro a un escenario donde muestran sis detalles más débiles y terminaron sufriendo como nunca lo hicieron en esta competencia.
Un héroe inesperado: Lucas Moura fue el nombre de la noche porque, más allá de sus goles, sus intervenciones y aportes al sistema ofensivo del Tottenham fueron vitales para que la opción Llorente cobrará más sentido y que consiguieran encontrar el desequilibrio en ese último tramo. Después de no tener mucha acción en la primera mitad, donde no pudo marcar la diferencia jugando como referencia ofensiva, la entrada de Llorente potenció su aparición en una segunda línea. Sus goles fueron maravillosos: El primero demostrando su gran velocidad en transición luego de un pase de Dele Alli, el segundo regateando en espacio reducido a dos rivales y el tercero aprovechando una nueva asistencia de Alli luego de un nuevo intento de juego directo con Llorente. Una noche inolvidable para el brasileño.