El plan de Löw contra De Ligt, Van Djik y De Jong
El planteamiento de Löw y la posterior intervención de Koeman nos entregaron un partido maravilloso en en el Johan Cruijff Arena de Amsterdam

Con goles de Leroy Sané, Serge Gnabry y Nico Schulz, Alemania derrotó 3-2 a Holanda en el Johan Cruijff Arena de Amsterdam en un partido correspondiente a la segunda de las Eliminatorias para la Eurocopa 2020. Un verdadero partidazo donde las habilidades individuales de los intérpretes y las intervenciones de los entrenadores, nos hicieron sentir a muchos como si estuviéramos viendo las etapas decisivas del campeonato continental que se disputará el próximo año.
Aquí analizaremos, en claves puntuales, como se desarrolló el encuentro y como, tanto Joachim Low y Ronald Koeman, intentaron inclinar la balanza a su favor.
Goretzka sobre De Jong: El plan de Joachim Löw tenía una intención muy clara: hacerle daño al carril interior Holanda. Para ello, hizo ajustes bastante peculiares pero, el que tuvo mayor incidencia en el desarrollo del encuentro fue el de colocar a Leon Goretzka por delante del doble pívot conformado por Joshua Kimmich y Toni Kroos con la responsabilidad de referenciar a Frenkie De Jong, cuando los locale tuvieran la pelota, y de agitarlo constantemente cuando fuera Alemania el atacante.Dicho ajuste obligó al volante del Ajax a perseguir sin un sentido claro al del Bayern Múnich y generó desconcierto en el bloque medio de Holanda. Ademaás de eso, Goretzka tenía otra función en salida que era, retroceder líneas para acompañar a Kimmich en la medular y Kroos lateralizara su posición para tener vías alternas para romper la presión rival.
Sané y Gnabry libres: El otro ajuste de Löw lo realizó en ataque. Rescindió de un delantero centro nominal y colocó a Leroy Sané y Sergej Gnabry como falsas referencias de ataque, quitándole a los centrales holandeses, De Ligt y Van Djik, un hombre a quien marcar. Sus apariciones de sorpresa, intercambio carriles y zonas, fueron indetectables para una de las mejores parejas en la zaga del mundo, a nivel de selecciones.
Además el rendimiento del extremo del Manchester City fue maravilloso. Sus movimientos interiores descompusieron el triángulo conformado por los dos centrales y el pívot holandés. Compensando todo con los desmarques de Gnabry y la constante movilidad de Goretzka, Alemania dominó a placer la primera mitad en Amsterdam.
La respuesta de Koeman: En la segunda mitad, Ronald Koeman metió mano y todo le salió bastante bien, hasta el punto de conseguir el empate en el marcador, neutralizar el plan de alemán y comenzar a dominar el partido. P
El ajuste principal que hizo de la pizarra fue pasar a Daley Blind, lateral izquierdo, a la línea de centrales para formar un línea de tres en el fondo para tener supeioridad numérica constante ante las llegadas de Gnabry y Sané. Además colocó a Denzel Dumfries y Quincy Promes como carrileros para hacer aún más sólida la defensa y así, liberar mucho más a su principal figura en ofensiva.
Depay de falso nueve a segunda punta: En ofensiva, Koeman le dio entrada a Steven Bergwijn por Ryan Babel y cambió de dibujo con el movimiento de Blind antes mencionado. Con la línea de cinco en el fondo, Holanda pasó a jugar con un 5-3-2 (o un 3-5-2 en ataque) con el que liberó a Memphis Depay para jugar por todo el flanco ofensivo, apareciendo constantemente por banda o por el centro para desmenuzar la defensa alemana. La referencia del área fue Berwijn. Con el del Lyon moviéndose con libertad en ¾ de cancha, moviendo constantemente a Kimmich y Kroos, y con el atacante del PSV Einhoven fijando a Süle y Rüdiger, pareja de centrales alemana, Holanda comenzó a generar con mucha facilidad en ofensiva hasta llegar a empatar el partido pero, la única desatención en defensa más la calidad que aportó Marco Reús, le dio el triunfo a Alemania en los instantes finales.