Iván Rakitic en las sombras
Después del clásico por liga, es difícil cuestionar la figura del croata como uno de los mejores centrocampistas del planeta.

El Barcelona volvió a reinar en el Santiago Bernabéu, una cancha que se ha convertido en tierra prometida para el conjunto blaugrana que cerrará el año con tres victorias ante el conjunto merengue a la espera de un posible enfrentamiento en la Liga de Campeones de Europa. A diferencia del partido por Copa del Rey, donde Luis Suárez se llevó todos los reflectores, fue Iván Rakitic quien terminó marcando la diferencia tanto en el marcador como en el desarrollo del partido, donde sin dudas fue el mejor de todos en la cancha.
Rakitic, a diferencia de otros encuentros, tuvo una zona de impacto mucho más lejana a Sergio Busquets, siendo mucho más interior derecho, posición donde parte regularmente, que segundo volante de primera línea, donde Ernesto Valverde suele colocarle para acompañar al volante español y mantener más solida la estructura. Con ese ajuste, el croata le entregó al Barcelona dos registros nuevos: profundidad en la posesión, donde la presencia de Arthur le dio un plus mayor a su juego, y mayores recorridos defensivos a la hora de hacer la transición ataque-defensa. Una versión mucho más vertical de él.
Por otro lado, en campo rival, Rakitic fue la clave para romper la descompensada presión del conjunto merengue. Con la pelota en los pies, conduciendo y dividiendo con pases el terreno de juego, Iván encontró siempre en zonas más adelantadas la comodidad para que el Barcelona tuviera la pelota y que sus compañeros recibieran con muchas más ventajas que el pasado miércoles por la Copa del Rey. Por otro lado, sus movimientos al unísono con Lionel Messi, entendiendo cada desplazamiento del argentino, compensaron cada interacción de ambos en campo del Real Madrid.
Mapa de calor de Rakitic:
Y, la guinda del pastel, la puso sin balón y en defensa, donde cubrió constantemente a Sergi Roberto a la hora de frenar a Vinicius Jr, la figura principal de la ofensiva merengue y quien le dio frescura en cada ataque el partido pasado. Sus vigilancias constantes fueron claves para que, a diferencia del último precedente, el Barcelona no sufriera nada cuando el brasileño recibira la pelota.
Pases de Rakitic:
Su exhibición ayer confirmó que, pese a no tener todos los reflectores, Rakitic es de los mejores jugadores del FC Barcelona y uno de esos mediocampsitas dominantes a nivel europeo. Siempre aportando desde el silencio, desde las sombras, siendo ese pase que rompe líneas o trabajando fuera de su posición para cumplir con asignaturas especificas. Siempre siendo la segunda voz, en el FC Barcelona de Busquets y en Croacia de Luka Modric, pero nunca desafinando ni errando en la letra. Es un actor secundario de primer nivel y una figura que, pese a no tener los reflectores, siempre termina con una actuación ejemplar.
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