El Barcelona no está bien, Messi tampoco

Pese a ganarle al Sevilla como visitante, las sensaciones que dejan el conjunto culé y el astro argentino no son las mejores en este momento de la temporada.

Pese a contar con una plantilla de ensueño, el FC Barcelona está pasando por una crisis futbolística bastante grande. Pese a conseguir resultados positivos y estar compitiendo en cada uno de los torneos en lo que participa (semifinales de Copa del Rey, primeros en la Liga y en octavos de final de la Copa del Rey), no están cuajando en este momento de la temporada un funcionamiento colectivo que lo proyecte como favorito contundente a ganar su meta principal, como dijo Lionel Messi con un micrófono en el Camp Nou: La Orejona, que no consiguen desde la 2014-15 con Luis Enrique.

El argentino, justamente, es ese valor que aumenta las posibilidades del Barcelona en cada competencia que participa, es quien se enfoca este articulo porque, pese a venir de exhibirse nuevamente contra el Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuan con un triplete y una asistencia maravillosa a Luis Suárez, no está viviendo tampoco su mejor momento del año y eso se debe a que el contexto en el que se desempeña no le está acompañando como regularmente lo hacía. Vayamos por partes. Más allá de la capacidad del conjunto blaugrana a dominar las áreas, con Marc Andre Ter Stegen en una y Lionel Messi en la otra, lo que pasa alrededor de las mismas es lo que hoy, aleja drásticamente a los culés de ese rendimiento pleno que nos tenía acostumbrado en los primeros compases del lustro. Y todo eso se debe a que, desde hace tiempo, la propuesta ha pasado a ser mucho más directa y menos dominante debido a los jugadores elegidos, que viven del impacto más que del desenvolvimiento, y por la mano del entrenador, quien no comparte las ideas que venían trabajándose.

Después están los futbolistas, que no están pasando a su vez por su mejor momento. El más llamativo es el de Luis Suárez que ha venido bajando ese nivel que lo llevó a ser el delantero dominante de hace algunas temporadas. La razón el tiempo que pasa y que las piernas y la mente no es la misma. Pedirle al uruguayo lo de hace algunas temporadas es prácticamente inhumano entendiendo que ya tiene 3-4 años más en su edad. Otro es Phillippe Coutinho que, no termina de cuajar como un interior para dominar y que está perdiendo la posición como extremo con un Ousmane Dembélé, que es el atacante de mejor nivel de este Barcelona. Por otro lado, la lesión de Arthur le ha arrebatado a los de Valverde la capacidad de dominar los partidos con la pelota y con un Busquets-Rakitic irreconocible, todo parece estar a la deriva.

Ante todo eso, es entendible, que Lionel Messi tampoco esté pasando por su mejor momento. Claro, tres goles y una asistencia rompe un poco con lo previamente dicho pero, más allá de eso, lo que hace el argentino fuera del área es preocupante. Malas entregas, malos controles, malas decisiones y demás. Su mes no ha sido el mejor y, con un contexto que poco acompaña, sus comportamientos dentro del terreno de juego seguirán siendo actuaciones rebeldes ante la adversidad que está viviendo y no el violin que remate una obra bien orquestada. Con la temporada llegando a su final, y todo cerca de definirse, el Barcelona está lejos de su nivel como en temporadas pasadas donde terminaba chocando ante rivales ampliamente inferiores.

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