Luka dibuja el camino

Junto a Dani Ceballos y Casemiro, Modric fue la pieza principal de la victoria del Real Madrid sobre el Sevilla en el Santiago Bernabéu

El fútbol es un juego cambiante, lo que hoy parece ser una verdad absoluta mañana se transforma en otra cosa totalmente diferente. Es como la vida, donde es imposible predecir lo que va a ocurrir. Eso ocurre, en este momento, con el Real Madrid de Santiago Solari, que enlazó uno de su peor y mejor partido de la temporada en menos de una semana.

Luka fue quien dibujó el camino, uno que parecía no existir hace algunas semanas.

Después de la derrota en Butarque contra el Leganés por la Copa del Rey, el entorno que rodeaba al conjunto merengue parecía ser oscuro. Se hablaba de un equipo desmotivado, sin alma y que no tenía un camino. Hasta se llegaba a dudar del trabajo de Solari, dudando de que si entrenaba o no. Hoy, solo días después de aquello, todo cambio de manera abrupta después de derrotar, en el Santiago Bernabéu, al Sevilla de Pablo Machín, uno de los mejores equipos del campeonato, con una suficiencia colectiva e individual demoledora que, se puede explicar, desde el partido que realizaron Dani Ceballos y, sobre todo, Luka Modric que, después de seis meses, volvió a ser ese mediocampista que dominó Europa a placer.

El partido de Modric, desde lo numérico, es maravilloso (- 86% de acierto en pase, Un gol y 4 pases clave, 7/9 balones largos, 3/3 regates completados y 13/15 duelos), pero la actuación del croata gana potencia cuando, en solo días, cambió la semblanza de un equipo que parecía rondar en el terreno de juego sin un plan. Con sus pases y movimientos para ser opción de los mismos, él lideró como el número en su franela lo demanda. Un conjunto que reduce la aparición de la anarquía, o por lo menos las suplencias de Marcelo e Isco Alarcón dan a entender eso, es la presencia de Luka dibuja el camino a seguir, hasta sin tener a los mejores intérpretes de la pelota a su alrededor.

Por otro lado, y justo al costado de Modric, Dani Ceballos interpretó a la percepción lo que el partido le pidió. Imponiendo el ritmo del encuentro con una sencillez absurda y poniéndole una pizca de creatividad al ataque posicional merengue, uno de los puntos más flacos de la actual temporada. Sus intervenciones le entregaron mucha calidad a las ofensivas blancas. Sin olvidarnos de que, un poco más atrás, Casemiro se exhibió sin la pelota y gestionando una presión en campo rival que descuartizó al Sevilla, que nunca pudo jugar a placer.

La zona de volantes del Real Madrid, liderado por Modric, fue la base del mejor partido de la era Santiago Solari. Su despliegue, habilidad y soltura fueron las claves de un equipo que borró esa última impresión que había generado la noche en Butarque por Copa del Rey. Junto a Ceballos y Casemiro, Luka fue quien dibujó el camino, uno que parecía no existir hace algunas semanas. Él, en estos momentos de oscuridad, debe ser la luz que lidere a un conjunto que, como se dijo previamente, no tenía una ruta delimitada que los llevara al éxito.

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