Guardiola y los extremos
Guardiola tiene en los extremos su vía de desequilibrio. Veamos que rol cumplen en su funcionamiento de juego y cuales son los diferentes conceptos.
El entrenador cuando se embarca en un equipo, empieza a ver cuales son los ingredientes que tiene, hasta donde puede llegar y hasta donde no, cuales son sus fortalezas, por donde puede desequilibrar, las peculiaridades de cada jugador, etc. Guardiola en su etapa en el Bayern Múnich como en el City se hizo la siguiente pregunta: “¿Dónde tengo los jugadores desequilibrantes?”. Y los jugadores desequilibrantes los conjugaba por fuera. Entonces decidido inclinar su juego por afuera. En su tiempo fueron Ribery y Robben. Hoy son Sane y Sterling.
La idea que tenía Guardiola era generar supremacía, superioridad numérica por dentro y redoblar en diagonal por fuera. Otras de sus ideas era que los extremos no tengan que ir hacia abajo. Para eso era vital subir el equipo hasta campo rival. La premisa esta en que los jugadores abiertos no tengan que ir hacía abajo y realizar largos metros, porque el lateral o el mediocampista rival podían saltar sobre ellos. En cambio, si se monta campamento en campo rival, con los dos centrales bien subidos hasta el centro del campo, las cooperaciones del rival van a disminuir y los jugadores desequilibrantes por fuera pueden jugar duelos individuales.
El cambio de ritmo en los duelos individuales esta ligado a reconocer cuando se debe aplicar el cambio de ritmo y cuando la jugada pide tocar hacia atrás. En situaciones de mano a mano la aceleración es pertinente. Cuando se presentan más piernas por delante, el extremo debe interpretar que la pausa, dar la vuelta, es un recurso saludable.
Esta la capacidad de intuición del entrenador de percibir cuales son los ingredientes que tiene a mano y de que manera darles una plataforma para mejorar sus condiciones. El plan de juego de Pep fue jugar por los costados, bien anchos, bien abiertos para desbordar a la marca de turno. Pero con la misma intención: no hacer 80 metros de largo, sino hacer esfuerzos breves, cortos, intensos y en ventaja. Es vital, en estas situaciones, que el equipo viaje agrupado hasta campo contrario.
Acá se ven ciertos ejercicios en los entrenamientos que siguen los equipos de Guardiola que buscan generar automatismos del juego hacía por fuera: tocar con tranquilidad la pelota desde abajo, laterales por dentro y por fuera generando diferentes pasillos, lo que permite que el rival se mueva y se fije en los laterales, y se pueda pasar de manera vertical, de manera directa con un toque que rompa líneas hacía los extremos que deben ubicarse como extremos-laterales para generar esa línea de pase, jugar en diagonal por fuera y al mismo tiempo tener dos oleadas: futbolistas que se desprendan y sea fuertes y agresivos para pisar el área, y futbolistas que se sitúen por dentro para cancelar la raíz del contrataque rival.
Por otro lado, otra de las características que tienen los jugadores que se sitúan abiertos, es quedarse parados, estáticos, sin desmarcarse. Debe comprender cómo hacer mejor su juego y también el de los demás. Para eso, mantenerse en anchura hasta quedar como hombre libre es una de las funciones que debe llevar a cabo. Para que quede como hombre libre, es esencial el funcionamiento que agite al rival, que lo mueva, que lo desoriente, que lo desordene para después dejarle a los que juegan por los costados, en situación de espacio-tiempo para que puedan desatarse en los metros finales.
Cada equipo es distinto, por la presencia de jugadores que tienen sus características diferentes. Cada jugador es un mundo. Mientras el jugador va aprendiendo el idioma que quiere efectuar el entrenador, el entrenador al mismo tiempo va aprendiendo de sus dirigidos para tocar en la tecla. La intuición de lo que se tiene y llevarlo a la practica es uno de los grandes retos que tiene un director tecnico.