El Iago que Cardoso necesita
Con doblete del de Moaña, el Celta de Vigo derrotó 2-0 al SD Huesca en un partido correspondiente a la 14ta jornada de LaLiga.
Cuando un entrenador llega con la temporada iniciada es complicado que el plantel pueda asimilar su idea de juego, sobre todo si dicho modelo viene con conceptos y variantes que no se utilizaban en el proceso anterior. Dicha transición, que también varía de tiempo dependiendo del contexto, se complica aun más cuando son los resultados los que no aparecen. Por ello es necesario que, para sobre llevar los encuentros y darle continuidad al proceso, los intérpretes tengan actuaciones sobresalientes. Un ejemplo claro de esto, fue la actuación de Iago Aspas contra el Huesca.
El atacante del Celta de Vigo no necesita una presentación extensa debido a que, jornada tras jornada, demuestra el reportorio que tiene para marcar la diferencia. Llegando el punto de no necesitar del contexto para poder sobresalir como está ocurriendo en este momento de la temporada donde, la salida de “El Turco” Mohamed y la llegada de Miguel Cardoso, dejo en el limbo a un equipo que todavía tiene más dudas que respuestas. Sin sistema y con ausencias individuales capitales (Lobotka y Beltrán) Iago Aspas necesitaba aparecer para que Los Celestes puedan salir adelante. Y contra el Huesca, sí que lo demostró.
es un jugador soberbio y delicioso, que simplifica todo el trabajo ofensivo de su equipo.
En un equipo de construcción, y con una idea de juego ofensiva que requiere de la superpoblación del área rival y donde los riesgos son cada vez mayores, la presencia de Iago es vital. Su interpretación, ubicación (primer gol), viveza y calidad (segundo gol) lo colocan en un lugar muy por encima de sus compañeros y rivales. Pero es que trasciende las leyes naturales. El segundo gol es la prueba sencilla. Después de una corrida exagerada tiene la capacidad para pisarla, hacer una bicicleta, cambiar de pierna y definir de una manera sencilla al palo contrario. Un gol soberbio que, más allá de explicar todo lo que puede hacer, demuestra que, está por encima de muchos en La Liga. Por ello lidera la tabla de goleadores con 10 goles dentro de un equipo que solo ha anotado 25 en 14 jornadas. Casi un 50%.
El de Moaña es un jugador soberbio y delicioso, que simplifica todo el trabajo ofensivo de su equipo y que responde, en momentos puntuales, todas las dudas que tiene el Celta de Vigo. Su impacto y calidad le dio confianza a su equipo, que en la segunda mitad creció tanto en desenvolvimiento como en el terreno de juego, donde se ubicó cada vez más cerca del arco contrario. De las botas de Aspas yacen los mejores momentos de un conjunto que, con el pasar de las jornadas, encontrará el juego y el sistema para salir adelante.Miguel Quintana lo explicó muy bien en su twitter: “Aspas es el fútbol de la calle aplicado con suma inteligencia al césped. Tiene una serie de recursos que ya no se ven en el fútbol actual, porque ya no hay parques, calles ni potreros, sino campos perfectos, conos y pizarras”. Y es que él, sin duda alguna, es lo que Celta necesita hasta encontrar el sistema que Cardoso quiere implementar. Porque él es la respuesta a todas las dudas.