Mohamed Salah, ha nacido una estrella
El egipcio Mohamed Salah se ha convertido en una de las grandes estrellas del continente europeo, gracias a su gran faceta goleadora este año
El Liverpool y Mohamed Salah forman una conexión prácticamente espectacular. Equipo y jugador se han beneficiado el uno al otro, sacando lo mejor de ambos. El Liverpool no sería lo mismo sin Salah, y éste no sería lo mismo sin el Liverpool. Los cambios se han sucedido a raudales en 2017, y uno de los más notables ha sido la transformación de Salah y la del propio equipo. Ayer con sus cuatro goles ante el Watford, el africano se coloca como líder en solitario en la lucha por la Bota de Oro.
El jugador egipcio está desatado, o al menos, así lo está demostrando en estos últimos meses. Le llueven los goles, y ha dado a conocer su faceta más goleadora. Una versión, la de matador, desconocida por muchos y valorada por pocos antes de recalar en el conjunto de Anfield, viendo su aportación en equipos como Chelsea o AS Roma, donde lo que le pedía sus entrenadores era la velocidad y la de asistir constantemente a los delanteros de arriba.
El alemán Jurgen Klopp puede haber sido uno de los mayores artífices de este cambio (sin quitar mérito alguno al propio jugador). El ex del Dortmund sabedor de las cualidades del futbolista africano, lo ha sacado de la banda para incorporarlo algo más al centro del campo, a la mediapunta y ahí llegar más a la punta del ataque. Gracias al fichaje de Oxlade-Chamberlain hace unos meses, Salah abandona más la banda para dejarle el pasillo al ex del Arsenal, que es todo un extremo puro y es capaz de subir y bajar la banda a una gran velocidad. El espacio generado por Salah al basar su juego en zona de interiores y frontal del área, hace que Oxlade oculpe más la posición de extreño y practique el fútbol que tan bien conoce y por el que es reconocido por toda Inglaterra y también en el continente europeo.
Cada movimiento tienen sus consecuencias, y una de las más evidentes es la tripleta de atacantes que forman Roberto Firmino, Mohamed Salah y Sadio Mané. Brasileño, egipcio y senegalés forman una de las tripletas atacantes más mortíferas del mundo, que ha hecho que el Liverpool esté en buena posición en la clasificación de la Premier League y en cuartos de final de la UEFA Champions League. Por suerte para los reds, ninguno de los futbolistas ha dado un bajón físico y eso los resultados lo avalan.