Nando Yosu y la figura del entrenador interino

Con 76 años el ex entrenador del Racing de Santander nos deja y evoca al recuerdo de la figura del entrenador interino, de las más olvidadas

Nando Yosu ha fallecido a los 76 años dejando atrás una vida entregada casi por completo al Real Racing Club de Santander, del que se desvinculó por completo en 2009 para acceder a la jubilación. En realidad, 'El Brujo de Munguía' corregiría esta primera línea ya que siempre aseguraba "No es que haya dedicado mi vida al Racing, sino que mi vida es el Racing". Y es que Nando Yosu dirigió al conjunto cántabro en multitud de etapas, la mayoría como último recurso y a modo de urgencia, salvando al club del descenso a la Segunda División hasta en seis ocasiones, las últimas en 2005 y 2006.

La figura de Nando Yosu es una de las que mejor representan la del entrenador interino, ese técnico marca de la casa que no tiene reparo alguno en sentarse en el banquillo cuando las cosas se ponen feas y tratar de solventar la papeleta tras el fracaso del recién destituído técnico, generalmente con mayor caché y cartel que el interino. Uno de los últimos casos que hemos vivido en el fútbol español es el de Voro en el Valencia. Tras el despido de Nuno y la llegada de Gary Neville, los chés tenían por medio un complicado encuentro frente al FC Barcelona, y fue este preparador interino quien tuvo que ponerse al frente, logrando además un para nada despreciable empate frente a los azulgranas. También tuvo que ejercer como apaguafuegos tras las destituciones de Pellegrino y Ronald Koeman.

Pero la figura del entrenador interino viene de muchos años atrás y poco a poco se va perdiendo en nuestro fútbol. Vicente del Bosque, actual seleccionador nacional, fue durante décadas el interino del banquillo del Real Madrid. En 1994, Ramón Mendoza destituyó a Benito Floro y encomendó la tarea de dirigir al club a Del Bosque, entonces coordinador general del club, hasta final de temporada (curiosamente eligió a Rafa Benítez, entonces técnico del filial, como su segundo), terminando con el equipo en cuarto puesto. Se repitió la misma historia en 1996, aunque entonces tan sólo tuvo que hacer de técnico puente hasta la llegada de Arsenio Iglesias, y de nuevo en la campaña 1999/00, relevando a Toshak y logrando por fin continuidad de la mano de Florentino Pérez, quien terminó también con él tras cuatro temporadas exitosas.

Otro caso que nos viene a la mente sobre la figura del entrenador interino es el de Paco Chaparro, un auténtico desconocido en el fútbol hasta que en 2006 tomó las riendas del Betis en sustitución de Luis Fernández, consiguiendo salvar al conjunto verdiblanco en las últimas jornadas de la temporada. Al curso siguiente comenzó como técnico del filial pero no tardarían en volver a llamarle del primer equipo para sustituir a Héctor Cúper y, de nuevo, salvar los muebles. En esta ocasión fue recompensado al año siguiente con la plaza de entrenador del Betis desde la primera jornada, pero irónicamente terminó descendiendo el equipo. También cabe destacar el caso de Santi Denia, quien hizo de puente entre Abel Resino y Quique Sánchez Flores en el Atlético de Madrid durante un partido, en el cual hizo debutar a David De Gea y Domínguez como titulares.

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