Los pecados de Mourinho
Jose Mourinho está viviendo esta temporada el peor momento de su carrera como entrenador. Analizamos los errores que le han llevado a tocar fondo
Especial. Es la palabra que mejor define a un entrenador como Jose Mourinho. “The Special One”, como él se autodefinió en la primera rueda de prensa tras fichar por el Chelsea. Así es Mourinho, un tipo diferente. Un personaje público cuya sombra se alarga mucho más allá de los banquillos. Mourinho es alguien que no deja indiferente a nadie. Tiene para todos. Uno de los mejores entrenadores del mundo que se ha ganado ser quien es por su trabajo, tenacidad y sobre todo, su carácter. Una forma de ser muy especial que le ha llevado a levantar los títulos más importantes del universo futbolístico y a triunfar en cada sitio donde ha estado.
Hoy, vive uno de sus momentos más complicados. El luso, tras su experiencia en Madrid que acabó con guerras con todo el mundo, volvió al banquillo que deseaba, el de Stamford Bridge. Mourinho considera el Chelsea como su casa pero en estos momentos se le caen las paredes encima. Su Chelsea se desmorona y el entrenador portugués no logra dar con el clavo para volver a levantar los pilares del equipo inglés. Tras hacerles campeones de la Premier el año pasado, este parecía el de la consagración de un nuevo Chelsea que aspirara a todo. Pero el inicio ha sido malo, peor de lo que cualquiera hubiera imaginado. El Chelsea no es ni la sombra de lo que fue el año pasado. El equipo no gana ni en la Premier ni en Europa, y han sido eliminados de la competición copera de la que el año pasado fueron campeones, la Capital One Cup.
Mourinho, ha pesar de la mala situación del club y los muchos rumores sobre su despido se ha mostrado tranquilo cada vez que se pone delante de los periodistas. Pero lo cierto es que este año ha estado envuelto en más polémicas que nunca, da la sensación de haber dejado la preparación del equipo de lado para centrarse en cada una de sus mil polémicas batallas. Ha cometido más fallos que nunca y el Chelsea lo está pagando muy caro. En Premier ha perdido cinco partidos y ha empatado dos, y solo se han jugado 10 jornadas. Un dato que muestra bien el mal inicio de campaña del entrenador. Mourinho puede tener las horas contadas en Stamford Brige. Ya veremos que pasa tras el partido ante el Liverpool pero Abramovich se plantea muy en serio despedir a su entrenador. La desorbitada cifra que el club debería pagarle al entrenador frena esta operación pero es cierto que Mourinho está en la cuerda floja por los múltiples errores competidos en este inicio de campaña. Muchos “pecados” para un entrenador como “The Special One”.
Deportivamente el Chelsea no funciona
El equipo no es ni por asomo lo que ha sido las dos últimas campañas. Poco tiene que ver con el Chelsea campeón del año pasado y menos aún con el equipo de la primera era de Mourinho en Londres. La seriedad y disciplina que llevaron al equipo a ganar tanto la temporada pasada se ha esfumado. Estas dos señas de identidad que han tenido todos los equipos del luso no aparecen en ningún partido de este Chelsea que va a la deriva sobre el terreno de juego. Ese sentido de invulnerabilidad que tenía el Chelsea lo ha perdido. Cualquier equipo con poco le hace mucho daño. El ejemplo perfecto se observa contemplando los goles que le han anotado al equipo en lo que llevamos de temporada en la Premier, 19, en 10 partidos. El Chelsea ya no es capaz de controlar y dominar los partidos. La defensa, la característica más importante de los equipos dirigidos por Mourinho, en el Chelsea, este año es un desastre total. Los jugadores están muy por debajo del nivel que ofrecieron la temporada pasada. Costa no es letal, Hazard no es el jugador más desequilibrante de la Premier, Cesc no está a su nivel, Cahill es un coladero y a Ivanovic le están sacando los colores a menudo.
Choques con sus jugadores
Desde que ha empezado la temporada la relación de Mourinho con sus futbolistas está cada vez más tensa. Ha habido varios choques internos con algunos jugadores que rompen la estabilidad de un vestuario. La relación de Mourinho con el vestuario del Chelsea no está ni mucho menos en un buen momento. Empezó apartando a Terry del equipo en beneficio del joven Zouma, que está siendo uno de los mejores de la temporada, de los pocos que se salvan. Pero el hecho de apartar a Terry y de las formas con las que lo hizo y la posterior reacción del futbolistas creó el primer choque. Acrecentado aún más por ser Terry, una de las “vacas sagradas” de Mourinho en este vestuario y en el de la primera época, la última gran “vaca sagrada”, que siempre había sido un apoyo para el entrenador. El siguiente en ser señalado fue Ivanovic a quien criticó en rueda de prensa. Y le siguió otro de sus mejores jugadores durante la campaña pasada, Matic de quien reconoció que le faltaba confianza. Y el último ha sido su mejor jugador la temporada pasada, Eden Hazard, que también se ha visto desplazado en algunos partidos.
El mercado de fichajes le ha pasado factura
Cuando Mourinho fichó por el Chelsea esta segunda vez pidió, otra vez, ser el manager del equipo. y deseo concedido. Así que los fichajes son responsabilidad del entrenador portugués. El Chelsea a pesar de ser uno de los equipos más agitadores del mercado este año ha sorprendido al hacer pocos movimientos. Un cambio de cromos en la portería fue el primer movimiento. Tras convertirse en leyenda del Chelsea y haber sido relegado al banquillo Peter Cech se marchaba al Arsenal y llegaba a la portería de Stamford Bridge el portero del Stoke, Begovic. Un fichaje que está respondiendo bastante bien tras la lesión de Courtois. El Chelsea apostó también por Kenedy, mediapunta del Fluminense pero no ha participado prácticamente. El fichaje que mejor ha salido ha sido el de Pedro. El extremo del Barcelona ha dejado destellos muy positivos pero su lesión le está pasando factura al equipo. Pero sin duda el gran error de Mourinho en este mercado ha sido confiar en la recuperación de Falcao. El colombiano está demasiado lejos de su nivel como competir y ser útil en un equipo como el Chelsea. El United no le quiso dar otra oportunidad por su mal rendimiento y día a día se demuestra que Mourinho se equivocó. Estos movimientos han sido pocos con el potencial económico que parece tener el Chelsea. Los grandes fichajes no han llegado y los que más sonaban como Stones o Martial se han quedado por el camino o los ha firmado un equipo rival. El Chelsea no tiene alternativas y tampoco las ha buscado en el mercado.
Enfrascado en mil batallas
El Chelsea está sumido en una espiral de polémicas y batallas en las que su técnico se ha metido. Y eso se está trasladando a sus jugadores. Ante el West Ham la semana pasada se pudo ver. Matic vio la segunda tarjeta amarilla por una entrada a destiempo, clarísima y totalmente innecesaria antes de irse al descanso. En ese momento todos los futbolistas del Chelsea rodearon al árbitro aún sabiendo que era una acción clara de tarjeta. Mientras Mourinho sonreía. Cesc y Costa se fueron con tarjeta y Silvino Louro, el entrenador de porteros, expulsado. El árbitro pitó el descanso y durante el entretiempo Mourinho fue expulsado también por intentar entrar en el vestuario del árbitro. Enfadado por ello, el luso se negó a dar la rueda de prensa posterior al partido. El Chelsea y su entrenador han perdido el control de la situación.
El técnico portugués no ha parado de entrar en batallas y polémicas desde que ha empezado la temporada. Si de normal ya entra en ellas, este año aún más. El escandalo que protagonizó contra Eva Carneiro fue el gran tema de conversación del Chelsea los dos primeros meses de competición. El pésimo juego y los malos resultados del equipo quedaron aplazados. Durante el partido ante el Swansea, en los últimos minutos y con el Chelsea jugando con 10 futbolistas, Carneiro saltó al campo para atender a Hazard, dejando así al Chelsea con 9 futbolistas. A Mourinho no le gustó esto y les gritó, tanto a Carneiro como a Jon Fearn, el fisioterapeuta. Al entrenador le pareció que los médicos tienen que entender el juego y no podía dejar al equipo con 9 en ese momento. Así que tomó la decisión de suspender de sus funciones a la doctora. Eso distrajo a Mourinho del equipo pero sus constantes polémicas tanto con la FA que siempre están dispuestos a sancionarle como con la prensa hacen que desde el Chelsea se estén planteando su despido por no estar centrado en lo realmente importante que es conseguir buenos resultados y cambiar esta mala racha.