La crisis de Grecia, también en el fútbol

Hace poco más de una década el fútbol heleno reinaba en Europa, pero ahora se encuentra inmerso en una profunda crisis deportiva

Grecia se somete a lo largo del día de hoy a uno de los referendos más importantes de su historia y que, a la larga, puede suponer su continuidad o no en la Unión Europea. El actual gobierno se ha plantado ante las exigencias de la famosa troika tras años de despilfarros de los mandatarios anteriores, y es en el mundo del deporte donde mejor se puede apreciar. En verano de 2004 Atenas vivió en pocos meses los festejos de la primera y única Eurocopa de la selección helena y la celebración de los Juegos Olímpicos; ahora, de aquellas celebraciones sólo quedan unas infraestructuras obsoletas y un combinado nacional ya eliminado para disputar la Euro '16.

El 2004 fue un año raro. Porto y Mónaco disputaron la final de la Champions League con victoria lusa y Grecia dio la campanada en la Eurocopa recordándonos que no es necesario atesorar calidad, talento o buen juego para ser campeón, pero sí es indispensable echarle ganas y lucha; y así lo hicieron durante todo el torneo, con un juego tan rácano como efectivo convirtiéndose en una de las selecciones campeonas más peculiares de la historia y que se ha ganado muchos simpatizantes a lo largo y ancho del Viejo Continente.

Después del sorteo, en los medios españoles sólo se hablaba de que la España de Iñaki Sáez debería pugnarse el primer puesto del grupo con la anfitriona Portugal, obviando a las otras dos elecciones del grupo -Rusia y Grecia-, una costumbre muy nuestra pero que se podía llegar a entender. Dos años atrás sólo los árbitros impidieron que la selección española llegara a las semifinales de un Mundial y ahora ninguna de los tres otros combinados parecían poder hacer sombra al equipo, tan sólo los lusos y porque jugaban en casa.

Grecia no esperó mucho para dar la primera campanada y en el encuentro inaugural ya derrotó a Portugal por 1-2, con gol de Charisteas (una frase que era más bien una muletilla) y Basinas de penalti. Sus siguientes enfrentamientos los saldó con un empate frente a España (1-1) y una derrota ante Rusia (2-1). Empatados a puntos con los de Iñaki Sáez, el mayor número de goles anotados fue decisivo para que los helenos pasaran a cuartos de final en detrimento de una generación española que bien pudo resarcirse años después. Con 4 puntos, 4 goles a favor y 4 goles en contra, la Grecia de Otto Rehhagel había cumplido notablemente sus expectativas pasando de fase, pero no iban a pararse ahí. Los restos de aquella Francia campeona del mundo y de Europa sucumbieron ante Grecia por 0-1 "con gol de Charisteas", la República Checa de Nedved, Baros y Cech hizo lo propio en semifinales con idéntico resultado, esta vez con Dellas como goleador en la prórroga y los helenos se veían en la final del torneo casi sin querer, pasito a pasito. Parecía que los lusos se cobrarían la venganza del encuentro inaugural, pero la férrea defensa griega era impenetrable y cuando quisieron darse cuenta, el colegiado señalaba el final del partido y el electrónico mostraba un 0-1 favorable a Grecia... "con gol de Charisteas".

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Se suponía que aquella selección iba a significar un auge del fútbol griego, pero poco a poco aquellos héroes fueron colgando las botas sin ser capaces de reeditar otro éxito de tales magnitudes. Zagorakis, Nikopolidis -el portero de las eternas canas-, Tsartas y compañía fueron dejando paso a las siguientes generaciones, pero ninguna pudo alcanzar tal hazaña. Durante el pasado Mundial los helenos volvieron a rozar la épica después de clasificarse para los octavos de final también con una victoria, un empate y una derrota en la fase de grupos como en 2004, y con un empate ante Costa Rica a última hora se soñó con una nueva epopeya griega, pero la mala puntería de Gekas en los penaltis pulverizó cualquier oportunidad.

Ahora, la selección helena se encuentra totalmente desahuciada. Claudio Ranieri tomó las riendas del combinado pero duró exactamente 113 días, los suficientes para dejar a Grecia como última de su grupo de Clasificación para la Eurocopa siendo destituído después de una bochornosa derrota ante las Islas Feroe, pero no es que su sustituto lo haya mejorado, volviendo a caer ante la selección isleña y despidiéndose de toda posibilidad matemática de pugnar por un puesto en la Eurocopa de Francia el año que viene. En poco más de 10 años Grecia ha pasado de ser admirada en Europa a convertirse en una de las mayores decepciones, tanto en el campo económico como futbolístico. En manos de los griegos está revertir esta situación en los dos ámbitos siempre y cuando los que mandan en el Viejo Continente les dejen hacerlo.

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