La desgraciada temporada del Blackpool
El Blackpool descendió ayer a la tercera división 4 años después de disputar la Premier tras pasar infinidad de penurias
Los aficionados del Blackpool F.C. vivieron ayer la crónica de una muerte anunciada tras la victoria del Rorherham United que les mandaba a la tercera división inglesa matemáticamente a pesar de que todavía estemos en abril. Pero a muy pocos les ha pillado por sorpresa este descenso a pesar de que durante la temporada 2010/11 estuvieron vibrando con su equipo en la Premier League, de hecho desde antes de que comenzara la temporada muchos ya daban a los Seasiders como claros favoritos a terminar en los puestos bajos de la tabla, y es normal viendo cómo era su panorama.
Con 24 puntos y a 19 de la permanencia, el Blackpool ya es carne de League One a falta de seis jornadas, y es que la temporada no empezó nada bien. A mediados de julio el presidente Karl Oyston anunciaba que se suspendía el stage de pretemporada del equipo, que iba a tener lugar en La Manga del Mar Menor ante equipos españoles como el Cartagena o el Granada. El motivo lo dio a conocer el nuevo entrenador, José Riga, explicando que el club necesitaba concentrar todos sus esfuerzos en encontrar nuevos futbolistas ya que hasta 27 futbolistas entre primer equipo y filial habían abandonado el club dada una pésima planificación deportiva y económica. Poco duraron los millones logrados durante aquel año en la élite.
Finalmente, con ocho jugadores de campo, un portero y multitud de jugadores desconocidos a prueba (los Trialist que aparecen en sus alineaciones), el Blackpool echó a correr dos semanas antes de comenzar la competición contratando a 12 futbolistas en apenas 12 días. En el primer partido de la liga ante el Nottingham Forest José Riga se presentó con sólo 9 futbolistas profesionales y el resto jugadores menores de edad, cayendo en el City Ground por 2-0 sin tener apenas cambios en el banquillo; y así ha sido el resto de la temporada en el Bloomfield Road desde verano.
Ante la mala situación del equipo -el Blackpool ganó su primer partido en la jornada 11- José Riga fue destituído y en su lugar llegó Lee Clark, pero tampoco pudo reflotar a un equipo condenado al descenso. La puntilla llegó el pasado 24 de enero, cuando los Seasiders ganaban al descanso 0-2 a todo un aspirante a ascender como el Watford, pero en la segunda mitad los locales reaccionaron y anotaron siete tantos en apenas 40 minutos. "Ahí nos hundimos por completo. Hemos ganado cuatro partidos en todo el año.", reconoció Andrea Orlandi en Marcador Internacional.
Nadie sabe qué fue de todos los millones que fueron inyectados al club durante su año en la máxima categoría, aunque se intuye. No hay dinero para contratar futbolistas, para mantener a la base o para tener un césped decente. El terreno del Bloomfield Road lleva años sin cambiarse y ya parece más un pastizal que un campo de fútbol que ha tenido que soportar incluso varios conciertos. Se avecinan muy malos tiempos en Blackpool, sobre todo para su afición, que ya está haciéndose a la idea de ver fútbol de tercera división en su casa.