Los agentes de Douglas ya 'colocaron' a Keirrison y Henrique en el Barça
La agencia brasileña Traffic Sports, representantes del lateral brasileño, ya hicieron negocios poco fructíferos con el club azulgrana
Uno de los grandes interrogantes del Barcelona esta temporada está siendo el lateral Douglas. El lateral, que llegó al Camp Nou como un auténtico desconocido por unos cinco millones de euros, ha tenido pocas posibilidades en el primer equipo y en las veces que Luis Enrique ha confiado en él no ha dado la talla. Su agencia, Traffic Sports, es la misma que intermedió entre el club azulgrana y el Palmeiras en las contrataciones de Keirrison y Henrique, futbolistas que no llegaron a disputar ni un partido oficial con el Barça.
Bertomeu, presidente del Barcelona, aseguró esta misma semana sobre Douglas que "es un jugador al que se le espera la próxima temporada" después del nefasto encuentro en defensa que protagonizó el brasileño en Copa ante el Huesca. Por otra parte, Luis Enrique metió presión al futbolista en rueda de prensa comentando que necesitan "que vuelva a hacer lo mismo que hacía en el Sao Paulo", siguiendo en la misma línea que cuando este verano declaró sobre Douglas que era "el lateral que queríamos".
El fichaje se concretó el pasado 26 de agosto por 4 millones de euros más 1'5 en función de diversas variables y en él intermedió Traffic Sports, una agencia de representación de futbolistas que además también suele poseer un tanto por cien de los futbolistas, en el caso de Douglas el 40%. Esta empresa no es desconocida para el Barcelona ya que fue la que intermedió en los fichajes de Henrique (10M €) y Keirrison (14M €) en 2008 y 2009 respectivamente, unas contrataciones para nada exitosas ya que ni llegaron a debutar con el equipo, dos malos negocios a los que se puede sumar el de Douglas si su situación no sufre un cambio radical.
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La empresa Traffic Sports ha echado raíces en el fútbol brasileño, donde en 2005 fundó el club de fútbol Desportivo Brasil, que milita en una de las múltiples divisiones inferiores del fútbol brasileño y que se encarga de terminar de formar a las jóvenes promesas. Además tienen negocios con otros equipos que se encargan de comprar los derechos de futbolistas a través de un fondo de inversión, hacerles ficha en un club para que desde él puedan ser cedidos a otros equipos más importantes en los que mostrar sus cualidades al mundo y luego buscarles un traspaso millonario.
El Palmeiras, club que Traffic ayudó a reflotar en 2005 y para el que está construyendo el primero de sus nuevos estadios, es uno de los trampolines más utilizados, de donde salieron por ejemplo Henrique y Keirrison rumbo a la Ciudad Condal. En total, el número de futbolistas de quien Traffic posee una parte de sus derechos y además les representa ya sobrepasa los 100 jugadores.
Una vez controlada la producción de estos futbolistas, llega el momento de su distribución. La empresa cuenta con un departamento técnico especializado que se encarga de elaborar vídeos e informes de los futbolistas que están bajo el paraguas de Traffic con el fin de facilitar su traspaso. Aún así, como no siempre es fácil colocar el producto en Europa, qué mejor que contar con una plataforma de lanzamiento en el Viejo Continente. El pasado año, Traffic Europe (con sedes en Portugal y Holanda) cerró un acuerdo con el C.D. Estoril Praia, por el que se comprometía a gestionar el club a partir de la temporada 2009/10, cuando se hizo con el 74% de las acciones de este equipo. Por aquel entonces el equipo militaba en la segunda división portuguesa y ahora ya lleva dos temporadas consecutivas entrando en la Europa League.
Con Douglas, Henrique y Keirrison, la empresa Traffic Sports ya hizo su negocio con ellos; ahora es el club blaugrana quien busca rentabilizar esa inversión con el lateral tal y como intentó hacer con sus predecesores, quienes vivieron todo un rosario de cesiones antes de abandonar el club con la carta de libertad, pero eso ya no es problema de Traffic, quien ya vio un buen pellizco por sus traspasos y además sigue representando a los futbolistas. Un negocio redondo.