La selección de Sierra Leona está siendo discriminada por el ébola
Los jugadores del combinado africano se han sentido apartados y vejados durante su estancia en Camerún, donde juegan como local

La selección de Sierra Leona es uno de los combinados nacionales que ha tenido que disputar sus encuentros como local lejos de su país natal debido a la crisis del ébola; ha tenido que jugar sus partidos como equipo local en Camerún, a 1.500 km de sus casas, donde han sido objeto de burlas y vejaciones, según han denunciado los futbolistas de los Leone Stars. Los jugadores entienden los controles, pero en algunos casos son excesivos.
Sierra Leona es uno de los países más dañados por el virus del ébola. Se han registrado 2950 casos de los cuales 2930 han sido mortales, pero esta enfermedad ha afectado al país y a su gente más que en simples números. "Uno se siente humillado, como si fuese basura, y le entran ganas de golpear a alguien", comentó John Trye, portero reserva, tras escuchar gritos de "Ébola, ébola" a los jugadores durante la sesión de entrenamiento del pasado jueves. "Nadie quiere tener ébola en su país; Sierra Leona está luchando y se ríen en nuestra cara. Eso no es justo", concluyó.
Pero esto no se reduce sólo a cuatro energúmenos. Cuando la expedición sierraleonesa se registró el pasado jueves en un hotel de Yaundé para preparar el importante partido del sábado, se encontró con que muchos de los otros huéspedes habían llamado alarmados a la policía, lo que les obligó a mudarse a otro hotel de nueva construcción siendo los únicos ocupantes, siguiendo el consejo del Ministerio de Sanidad de Camerún, tal y como ha explicado un portavoz del equipo.
Además, el equipo se está viendo sometido a constantes exámenes médicos. Jugadores y cuerpo técnico deben medir su temperatura corporal dos veces al día -a la hora del desayuno y de la cena- para controlar que no hayan procesos febriles, uno de los síntomas del ébola. Tras el partido clasificatorio para la Copa de África frente a Camerún del pasado sábado, algunos futbolistas fueron examinados hasta en cuatro ocasiones antes de regresar a sus clubes en Europa y América pese a no haber pisado Sierra Leona desde julio.
Los jugadores entienden que los países hagan controles para evitar que el virus se propague entre su población, pero otra cosa es que les traten como si fuesen portadores del virus, tal y como ha reconocido Kei Kamara, jugador del Colombus Crew de la MLS, que ha preferido no viajar con su selección estos días.
Pero tal y como ha reconocido la plantilla, lo ocurrido en Camerún no fue tan malo comparado con lo que vivieron el pasado mes en Costa de Marfil. Si bien el pasado sábado se estrecharon las manos con los rivales al final del encuentro y recibieron aplausos del público local, los jugadores marfileños se negaron en rotundo a la hora de saludarles y en vez de estrecharles la mano se las apartaron con un golpe de puño.
Este rechazo ha llevado a muchos futbolistas a renegar en público de su nacionalidad: "Cuando la gente nos preguntaba si éramos de Sierra Leona nosotros lo negamos, nos pareció que era nuestra mejor protección", explicaba Michael Lahoud, jugador del Philadelphia Union de la MLS, que reconoció que iba diciendo que era jugador de baloncesto, en concreto compañero de Kobe Bryant en Los Angeles Lakers.
También hay otros capítulos de discriminación que han vivido estos futbolistas. El defensa David Simbo reconoció que durante el viaje al Congo tuvo que volar en clase business después de que dos pasajeros se negasen a sentarse a su lado al conocer que era sierraleonés. Por otra parte, Lahoud contó que al intentar regalar una botella de agua a dos niños de 4-5 años en Camerún, estos huyeron al grito de "Ébola, ébola".
A pesar de repetidas frustraciones que han vivido estos días, los jugadores han tratado de crear conciencia sobre la gravedad del virus para recaudar fondos con el fin de ayudar a frenar el brote en su país y en las naciones vecinas. Un par de jugadores comenzaron una campaña en las redes sociales con el hashtag #KickEbolaInTheButt, mientras que Kamara donó su último sueldo a Médicos Sin Fronteras, proporcionando también alimentos para los pacientes de ébola de un hospital. Salomón Zombo, guardameta titular, reconoció que se sentía orgulloso de representar a su país, especialmente durante este terrible periodo. Al igual que el seleccionador Atto Mensah, quien comentó: "Esta es nuestra única manera de hacer feliz a la gente, les debemos la alegría".