La crisis del Newcastle

El Newcastle atraviesa una grave crisis de resultados que le ha situado en lo más bajo de la clasificación de la Premier League

El nordeste de Inglaterra está de capa caída. Sus dos equipos más emblemáticos, el Newcastle y el Sunderland, ocupan dos de las peores posiciones de la Premier League. Ninguno de los dos ha empezado bien la temporada regular. De los black cats se podía esperar, su plantilla no da pie a grandes cosas pero las “urracas” son otra cosa. Los Newcastle sí que tienen una plantilla para aspirar a más, pero su inicio está siendo muy preocupante. Hoy, en FultbolPrimera, analizamos las causas de la crisis del Newcastle.

Desde la llegada de Alan Pardew al banquillo de Saint James Park en invierno de temporada 2010, los aficionados del Newcastle se han acostumbrado a ver el escudo de su equipo en la parte noble de la clasificación. Ese año salvó al equipo, y en verano, llegaron al club tres nombres que han sido muy importantes los últimos años en el equipo del nordeste de Inglaterra. Yohan Cabaye, Demba Ba, y en invierno Papiss Demba Cissé. Alan Pardew armó un equipo duro, fuerte y aguerrido en defensa. Un bloque sin fisuras atrás en torno a Harper. Y del centro para delante, un juego rápido y efectivo, pilotado por Cabaye y finalizado por los dos “9” senegaleses. Con ese equipo Pardew realizó una temporada de ensueño, convirtiéndose en el entrenador revelación. El técnico ganó el Premier League Manager of the Season y el equipo acabó clasificándose para la UEFA Europa League quedando quinto en la tabla, un éxito que le valió a Pardew para firmar un contrato con las “urracas” hasta 2020.

Hace dos verano se produjo el gran desembarco de franceses en el club ingles. Yanga-Mbiwa, Haidara, Debuchy, Sissoko y Gouffran, a ellos, habría que sumarles a Bigirimana, Anita y Amalfitano. El experimento de tener tantas caras nuevas no funcionó y las “urracas” sufrieron al final de temporada por la acumulación de partidos ya que se sumaron los encuentros europeos al disputar la UEFA Europa League. El año pasado Pardew mantuvo el bloque y tan solo incorporó un “hombre-gol”, Loïc Remy, que marcó 14 goles para ayudar al equipo a quedarse en la zona templada de la tabla. A pesar de ello el equipo ya mostró signos de debilidad perdiendo encuentros contra rivales inferiores y partidos que tenían controlados y con ventaja en el marcador.

Crisis de juego y de resultados

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El dato es escalofriante. El Newcastle solo ha ganado 5 partidos de Premier League en lo que llevamos de 2014. Y ya son 5 meses de la pasada temporada y mes y medio de la actual. Tan solo 5 victorias, un dato que muestra el empobrecimiento y la debilidad del equipo de Pardew. Algo le falta, un jugador, un cambio táctico, un cambio en el banquillo. El Newcastle lleva un mal camino y es tarea del actual entrenador, que camina por la cuerda floja y de los dirigentes de cambiar el rumbo, siempre, claro está, con la ayuda de los futbolistas.

Y hablando de los que pisan el césped cada fin de semana, el verano ha sido movido en las oficinas del Newcastle. Los de Pardew se han gastado 36 millones de euros en reforzar una plantilla a la que se han unido Cabella, De Jong, Rivière, Janmaat, Ayoze, Ferreyra y Colback. Las perdidas han sido en la parcela donde más sufre el Newcastle, la defensa. Dos hombres importantes como Debuchy, al Arsenal por 15 millones, y Yanga-Mbinwa cedido a la Roma por 1.26 millones. Las entradas de Colback, Cabella y de Jong como la búsqueda para descubrir el nuevo director de orquesta del equipo, ya que, des de la venta de Cabaye, el equipo carece de un timón de juego. Todos los jugadores que ha fichado el club llegan al Newcastle con un grado de inmadurez alto. Para todos ellos, Saint James Park es el punto más alto de sus cortas carreras. Y además, hay que sumarle la adaptación. Todos, menos Colback que llega del Newcastle, aterrizan en el nordeste de Inglaterra procedentes de ligas menores que la Premier League. El salto en cuanto al ritmo, el poderío físico, la potencia y la calidad se notan cuando se llega desde ligas como la Eredivisie, la Segunda División española, la Premier ucraniana o la Ligue 1 francesa. El período de adaptación de este tipo de jugadores suele ser más lento, el salto es muy grande y deben adaptarse al cambio de ciudad, de club, de compañeros,…El mal inicio de temporada de estos futbolistas no significa que no tienen la valía suficiente para estar en el Newcastle, sino que su adaptación a la exigente Premier League está costándoles más que a otros jugadores. En definitiva, Alan Pardew tiene en su poder una plantilla excesivamente joven para muchos aficionados. Un grupo con el que se pueden hacer cosas importantes y aspirar a cotas más altas, objetivos que no sean salvar la categoría.

La constante renovación de plantilla y el gran número de fichajes realizados por el club le han hecho perder la identidad al equipo de Alan Pardew. El mejor Newcastle del técnico nacido en Wimbledon se construyó en torno a tres grandes jugadores. El primero, Yohan Cabaye, llegó desde Francia, y rápidamente le compararon con Ginola, con quien comparte ese grandísimo golpeo de balón. Diestro, sin un gran físico ni altura, el francés se convirtió en el perfecto box-to-box para las “urracas”. Durante su estancia en Newcastle jugó e hizo jugar a un equipo que hacia transiciones ataque-defensa a una velocidad vertiginosa. Arriba ondeaba la bandera de Senegal. Demba Ba explotó en el Newcastle y se convirtió en un delantero con grandes cualidades técnicas y físicas, su 1.90 no le mermaba la calidad y se movía con facilidad y agilidad, a lo que le sumaba una capacidad intuitiva extraordinaria para hacer goles. El segundo, Cissé, se ganó la admiración de la Premier en tan solo tres meses. Llegó en le mercado invernal y anotó 13 goles en 14 partidos. Cifras espectaculares que llevaron a los aficionados magpies a compararle con una leyenda del club. Un jugador que también llegó en invierno y escribió su nombre con letras doradas en la historia del club, Andy Cole.

El actual Newcastle ha perdido todas las señas de identidad de aquel equipo de hace unas temporadas. La fortaleza en la parcela de atrás se ha quedado en un espejismo. Los datos de la actual temporada muestran lo que está sufriendo el equipo de Pardew para echar el cerrojo a la portería de Krul. 14 goles encajados en tan solo 8 partidos. Las cifras asustan. Pardew ha perdido el control de la defensa. Su jefe, Coloccini, ya no es el que era. Los años pasan para todos, y el capitán del Newcastle, aunque titular indiscutible, ya empieza a notar el paso de las temporadas. A su lado, Pardew ha tenido que sacar el rompecabezas ya que las lesiones no le han dado continuidad ni a Williamson ni a Taylor ni a Good. Igual que en los laterales, en el derecho se ha asentado Janmaat, pero en el izquierdo, Santon y Taylor están lesionados así que Haidara y Dummet se reparten los minutos.

En el centro del campo, Tioté busca un acompañante que le permita formar un bloque en la zona de creación, pero ni Anita ni Bigirimana ni Abeid están a gran nivel. Su acompañante habitual es Colback, de quien se espera que dé un paso adelante y se convierta en un jugador importante. En teoría, los nombres de la zona de arriba del Newcastle colocan a la plantilla de Pardew en una buena posición. Tiene pólvora arriba este equipo, pero parece mojada. 9 goles en 8 partidos, son cifras muy pobres. Tanto Pardew como todos los aficionados magpies esperan con ansia la vuelta a los terrenos de juego de Siem de Jong, el ex mediapunta del Ajax de quien se espera mucho en Saint James Park. La otra gran esperanza es Remy Cabella, el fichaje estrella de este verano. El mediapunta francés llegado del Montpellier ha convencido al entrenador británico para ser titular, pero se espera mucho más de él. Pardew quiere que coja galones, que quiera el balón y que no se esconda. Le alterna en la banda o en la mediapunta dependiendo de la posición de Sissoko, pero quiere que junto al francés de origen malí y de Jong, forme una potente línea de tres que juegue por detrás del delantero centro. Para Alan Pardew la llegada y las ocasiones generadas por esta segunda línea de ataque será clave durante la temporada ya que son tres jugadores que pueden acabar con una media de 10-15 goles cada año.

En la punta de ataque sufre el Newcastle. Han llegado tres delanteros para competir con Cissé, pero ninguno de ellos se ha consolidado como titular. El que más juega es Rivière pero aún no ha marcado en la Premier, tan solo dos goles, ante el Crystal Palace en la League Cup. Otros dos ha anotado Cissé, ante el Hull. Ni Ayoze ni Ferreyra se han estrenado con su nuevo club.

En definitiva, la crisis de juego del Newcastle le ha llevado a la crisis de resultados ya que tan solo ha sumado tres puntos en seis partidos de Premier. Tres puntos que han llegado gracias a tres empates ante Aston Villa, Crystal Palace y Hull City. Sin embargo, en la League Cup, el equipo ha conseguido ganar dos eliminatorias, ante el Gillingahm y la segunda ante el Crystal Palace. Unos números que colocan al equipo de Pardew en la decimonovena posición, es decir, penúltimos, con los mismos puntos que el Burnley que ocupa el último lugar.

Soluciones complicadas

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Cuando en un equipo se dan este tipo de resultados, la decisión más fácil y repetida es cambiar al entrenador. Pero no todos los clubes tienen firmado un contrato con su actual entrenador hasta el año 2020. El Newcastle sí. Después de clasificar al equipo en el quinto lugar en mayo del 2012, Pardew sonaba para algunos de los mejores banquillos de Europa y el Newcastle decidió atar al Premier League Manager of the Season. La manera de retenerle fue ofreciéndole un proyecto sólido a muy largo plazo que se tradujo en la firma de un contrato para los siguientes 8 años. Una unión muy larga para un entrenador. El tiempo ha dado la razón a los que desconfiaban de esta decisión. Ahora, prescindir de Pardew le costaría al Newcastle una gran suma de dinero. Es por ello por lo que la solución de cambiar al inquilino del banquillo no se contempla en Saint James Park, por ahora. A pesar de ello, esta prevista una reunión del propietario del club Mike Ashley con el entrenador para tratar de buscar y encontrar soluciones al problema. Por si acaso, el máximo mandatario del club ya ha movido los hilos para tener atado un posible candidato para el banquillo de las “urracas”. Un nombre que sorprende a muchos pero que no sorprende a nadie dentro de las esferas del club inglés. Ashley ve con buenos ojos que el capitán del equipo sea el nuevo entrenador. Fabio Coloccini es el nombre elegido para sustituir a Pardew en caso de que se prescindiera de él. El argentino, que lleva en el club des de 2008 ha tomado un papel muy importante dentro del club. Coloccini se involucra en las decisiones tácticas del equipo y era él el que daba las charlas previas a los partidos mientras Pardew estuvo sancionado.

Con la opción casi descartada de echar al entrenador, la siguiente es empezar a trabajar bien el mercado para cuando se abra el período de traspasos, moverse bien y con rapidez para tratar de encontrar soluciones fuera de casa. Lo primero que debe reforzar el equipo del nordeste de Inglaterra es el centro de la defensa y en la agenda del Newcastle hay varios nombres apuntados. El que más suena es el del joven central del Sttutgart, Antonio Rudiger, cuyo precio de venta estaría sobre los 10 millones.

Alan Pardew tiene un gran trabajo por delante si quiere seguir cumpliendo su largo contrato con el Newcastle. Posee una plantilla joven e inexperta a la que le tiene que sacar mucho más provecho. Tiene una gran materia prima por explotar, y con trabajo y dedicación debe conseguirlo. Los jugadores los tiene, ellos deben creer en el mensaje de su técnico, adaptarse a la Premier y empezar a sumar puntos y buenas sensaciones. Si no lo hacen, este año el Newcastle pinta muy mal y si la cosa sigue así, habrá tormenta en el nordeste de Inglaterra.

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