Guardiola: ¿Mal culé o buen entrenador?
Pep Guardiola ha intentado alimentarse continuamente de jugadores del Barcelona. ¿Es un mal culé o un buen entrenador?
Pep Guardiola abandonó el banquillo del Barcelona convertido en un ídolo gracias a sus éxitos como entrenador. Pese a que se marchó cuando comenzó a verle las orejas al lobo, Guardiola se convirtió en un símbolo del barcelonismo. Durante su año sabático se le consagró como un totem culé casi a la altura de Johan Cruyff. Parecía que el técnico catalán seguiría los pasos de su maestro holandés, quien alcanzó el status de gurú después de abandonar el banquillo del Barcelona tras cosechar títulos importantes y desplegar un juego que enamoró a Europa.
Sin embargo, todo cambió cuando Guardiola firmó por el Bayern de Munich. El técnico catalán firmaba como entrenador del campeón de Europa y uno de los rivales directos del Barcelona por el trono de mejor equipo del mundo. Ese paso ya pudo ser considerado como una traición a sus orígenes, pero Guardiola todavía ha dado más razones para aumentar esa sensación. Y es que desde el mismo momento en el que Pep se sentó por primera vez en el banquillo del Allianz Arena comenzaron a sonar nombres de jugadores del Barcelona que interesaban al Bayern.
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Muchos de ellos eran rumores típicos del mercado de fichajes. Otros, en cambio, resultaban ciertos. En primera instancia, Guardiola aseguró que no pretendía robarle jugadores al Barcelona, pero pronto se vio que se trataba de una postura falsa. Thiago Alcántara fue la prueba de ello. El Bayern reclutó al que estaba llamado a ser el sucesor de Xavi Hernández en el Camp Nou para darle los mandos del nuevo proyecto en Munich.
Thiago no fue el único al que ha intentado tantear Guardiola. Víctor Valdés estuvo negociando con el Bayern después de anunciar que abandonaría el Camp Nou con la carta de libertad tras terminar su contrato con el Barcelona. También se especuló con la posibilidad de fichar a Cesc Fábregas e incluso Lionel Messi, aunque este último parece más fruto de la imaginación que de un interés real. En cualquier caso, resulta evidente que Guardiola ha querido pescar en un río que conocía bien como el del Camp Nou.
El ataque directo al Barcelona se vivió con Neymar como protagonista. Guardiola era consciente de que el Barcelona llevaba tiempo persiguiendo el fichaje del brasileño, pero se interpuso pese a que desde la directiva alemana se había desaconsejado su fichaje. El técnico catalán le insistió a su directiva para que se fichara a Neymar, pero estos no cedieron y el brasileño acabó en el Barcelona. Puede que su mala relación con Sandro Rosell sea la clave para entender este comportamiento antibarcelonista, especialmente en el caso de Neymar. El brasileño era el ojito derecho del expresidente del Barcelona, por lo que robarle su fichaje hubiera significado un golpe directo a su orgullo.
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Con Benatia ha ocurrido algo similar, aunque en este caso el Bayern ha ganado el pulso. El defensa de la Roma interesaba y mucho al Barcelona, que negoció con él antes que con Mathieu y Vermaelen, pero no le convenció. La oferta de Guardiola pesó más.
El último en sumarse a la lista ha sido Xavi Hernández. Mundo Deportivo asegura que el Bayern de Munich intentó ficharle este verano cuando no tenía clara su continuidad en el Barcelona, pero Xavi la rechazó porque no quería unirse a un rival directo del conjunto azulgrana. La decisión de Xavi subraya su sentimiento barcelonista, al mismo tiempo que evidencia del mismo en otros como Pep Guardiola. Eso sí, no se puede discutir que hace bien su trabajo. Puede que sea un mal culé, pero continúa siendo un excelente entrenador.
EL DEBATE: ¿PEP GUARDIOLA ES UN MAL CULÉ O UN BUEN ENTRENADOR?