El fútbol colombiano está de moda (otra vez)
El fútbol colombiano está de moda y nombres como los de James Rodríguez, Falcao o Cuadrado, protagonistas en el mercado de fichajes
El fútbol colombiano está de moda y nombres como los de James Rodríguez, Falcao o Cuadrado, ocupan portadas entre los fichajes o posibles traspasos que pueden producirse. Tras el mundial de Brasil 2014 el fútbol de Colombia está viviendo una época que recuerda en cierta manera a los años noventa, la primera edad de oro de los cafeteros.
El fichaje de James Rodríguez hizo saltar al mercado de fichajes 2014, el Real Madrid no ha dudado en desembolsar una cantidad extraordinaria por el máximo goleador del pasado mundial. A pesar de que Falcao apuntaba a ser el siguiente, la operación no se consumó y el colombiano no abandonará el Mónaco este verano. Distinta es la situación de Cuadrado, que en breve podría recalar en el Fútbol Club Barcelona. La fiebre por los jugadores colombianos recuerda en parte al inicio de los años noventa, cuando la selección vivió sus mejores momentos con varios jugadores que habían dado el salto al fútbol europeo.
También los técnicos colombianos pasan por su mejor época actualmente ya que en el pasado mundial hubo tres representantes de este país. En Italia 1990 únicamente un colombiano estuvo entre los 24 seleccionadores del torneo, el Pacho Maturana, pero tras el brillante mundial realizado por su selección recibió una propuesta del Real Valladolid. Lo cierto es que Maturana tenía una gran cartel en el mercado que provocó que el Real Madrid se fijara en su trabajo. Su paso por Valladolid no fue excesivamente brillante y su fichaje por el Madrid nunca se produjo. Con Maturana aterrizaron en la ciudad pucelana Valderrama, Leonel o Higuita.
Una de las grandes estrellas colombianas del mundial de Italia, Freddy Rincón, tardaría unos años más en dar el salto a Europa. Lo hizo en el Nápoles italiano como paso previo a firmar por el Real Madrid; su paso por el Bernabeu sería decepcionante. El Tren Valencia había desembarcado en Europa tiempo atrás, cuando el Bayern Munich le contrató meses antes del comienzo del mundial de Estados Unidos. En 1993 Colombia alcanzó la cima derrotando a Argentina 0-5 en el último partido de la fase de clasificación mundialista; Valencia marcó el quinto gol. Después de USA 1994 firmó por el Atlético, donde viviría una temporada aciaga.
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Pero si hubo un jugador talentoso en aquella generación no fue otro que Faustino Asprilla. Después de disputar los Juegos OlÍmpicos de 1992 dio el salto al fútbol italiano al firmar por el Parma italiano. En la Serie A se convirtió en uno de los grandes delanteros del campeonato y completó su palmarés con títulos tan importantes como la Recopa de Europa de 1993 conquistada en el estadio de Wembley. Asprilla podría haber llegado más lejos de haber llevado una vida mucho más profesional.
Menos suerte tuvo Víctor Hugo Aristizabal, un jugador que triunfó en muchos equipos de Sudamérica pero que fracasó notablemente en su aventura española justo antes de disputar el mundial de 1994. Llegó al Valencia para formar parte de la plantilla del club de Mestalla en la parte final de la temporada 1993-94. Su rendimiento no estuvo a la altura y el delantero no fue capaz de marcar un solo gol en partido oficial. Miguel Herrero jugó en el Málaga y más exótica fue la experiencia de Bernardo Redín, quien tras el mundial de Italia 1990 llegó al CSKA Sofia de Bulgaria.