El futuro de la Liga de Ucrania tras el conflicto de Crimea

Cualquiera que esté mínimamente al tanto de lo que ocurre fuera de nuestras fronteras sabrá que la pasada semana Crimea votó ser rusa en un referéndum que fue aceptado por Moscú, el fútbol como parte de la sociedad no puede permanecer ajeno al cisma político de este país, por lo que ¿qué pasarán con los equipos de esta península y todo lo que les rodea?

En Crimea hay dos equipos que juegan en la primera división ucraniana: el Tavriya Simferópol y el SK Sevastopol. Precisamente el primero de estos ganó la primera edición de la liga de Ucrania en 1992 derrotando al Dinamo de Kiev en la final, justo el mismo año en que esta región se proclamó independiente, pero más tarde se llegó a un acuerdo para que siguiese formando parte del país a cambio de una mayor autonomía.

A pesar de las revueltas y muertes, tan sólo se suspendió una jornada del campeonato, precisamente aquella que enfrentaba a los dos equipos antes mencionados, el derby de Crimea. No obstante, la primera jornada disputada tras los incidentes deparaba un Tavriya Simferópol - Dinamo de Kiev, un auténtico cara a cara que representaba las dos ucranias del momento.

Las autoridades ordenador que el encuentro se jugase en el Estadio Nacional de Kiev en lugar de en Simferópol, donde tocaba disputarse, evitando así que el equipo símbolo de Ucrania jugase en una Crimea que ese mismo día iba a dejar claro que quería ser rusa y no ucraniana en un referéndum. Este encuentro sirvió a los radicales del Dinamo (la mayoría relacionados con grupos y partidos de la extrema derecha, como los que han tomado el poder en el país), los cuales mostraron pancartas contra la separación de la península crimeana.

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¿SEGUIRÁN EN LA LIGA UCRANIANA?

Por eso nos preguntamos, ¿qué va a pasar ahora con la liga ucraniana? Con este panorama su futuro no queda nada claro. La UEFA ya comunicó que estos dos equipos 'conflictivos' acabarían la temporada en esta liga y que a su final ya se estudiará qué hacer de cara a la siguiente temporada y posteriores. Ambos equipos han aceptado la decisión de terminar esta temporada como ucranianos pero también han admitido que pedirán jugar la liga rusa la próxima temporada, la cual se ampliaría de 16 a 18 equipos. Con esto el Tavriya se libraría del descenso casi seguro de esta campaña en la cual es colista.

Pero aunque todo pueda pintar muy bonito pueden haber serios problemas que compliquen la anexión de estos dos clubes. La Federación rusa puede admitirlos pero para ello necesita el apoyo de la UEFA, y esta podría sancionar a la Federación si toma medidas que incumplen la normativa internacional. Otras opciones serían que se celebrase una Liga de Crimea oficiosa o que ambas escuadras se queden en el dique seco hasta que se solvente el conflicto futbolístico.

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PELIGRA EL FUTURO DE VARIOS EQUIPOS

A parte de la separación de Ucrania, el Tavriya tiene otro problema: su propietario, Dmytro Firtash, fue detenido en Austria a petición de EE.UU. por ser sospechoso de soborno, tras lo que pagó la fianza para volver a Crimea, donde ahora el mundo del deporte es una de las cosas que menos le preocupan.

Además el líder de la Liga, el Shakhtar Donetsk, es el club de una ciudad que siempre se ha posicionado más simpatizante de Rusia que de la propia Ucrania, al igual que su presidente Rinat Akhmetov, oligarca que siempre ha apoyado al presidente depuesto Yanukovich. No obstante, Akhmetov ya ha asegurado que su equipo seguirá en la liga ucraniana, pese a su miedo de entrar en la lista negra de la Unión Europea por sacar dinero del país ilegalmente tras la marcha de Yanukovich, tal y como le ha ocurrido al presidente del Metalist Kharkiv, el también oligarca Sergey Kurchenko (también afín al ex-presidente), el cual se encuentra desaparecido tras su inclusión en dicha lista y se cree que puede haber huido a Bielorrusia, dejando al Metalist abandonado a su suerte con los jugadores sin cobrar su contrato.

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El futuro del Shakhtar podría complicarse más si en las zonas del este de ucrania comienza también un movimiento de anexión a Rusia. Ya en su primer partido en casa ante el Dnipro de Juande Ramos la afición local mostró banderas rusas mientras que los visitantes sacaron banderas ucranianas. Equipos como el San Petersburgo o el Rostov rusos ya exhibieron pancartas en sus estadios pidiendo que equipos como el Shakhtar o el Tavriya jugasen la liga rusa.

El deporte y sobretodo el fútbol son un reflejo de la sociedad en la que se encuentran inmersos, no son una distracción que vive a parte de la realidad y que muchas veces sirve para ver la realidad de un país como Ucrania, donde la división en las calles también se ha trasladado a los estadios de fútbol en un país que hace poco más de un año acogió la Eurocopa.