La Basilica de Superga

Los seguidores de la Juventus recibieron al Torino con pancartas que rezaban “Son solo un accidente” o “Cuando vuelo, pienso en el Toro”

Es noticia en Italia la hinchada de la Juventus por motivos que no agradan a nadie. Este fin de semana se disputaba en Turín el Derby della Mole. El partido que enfrenta a los dos equipos de la ciudad de Turín, Torino y Juventus. Los seguidores de la Juventus recibieron al equipo visitante con pancartas que rezaban “Son solo un accidente” o “Cuando vuelo, pienso en el Toro”. No es la primera vez que la Juventus es protagonista de pancartas polémicas de este tipo. ¿Por qué estas pancartas son ofensivas para la hinchada granata?

En el este de la ciudad de Turín, capital de la región italiana del Piamonte se levanta la basílica de Superga, un precioso templo que el rey Víctor Amadeo II mandó construir en el año 1715 para agradecer a la virgen María la ayuda en la victoria sobre los franceses que asedaban Turín en 1706. No fue hasta el año 1731 cuando se terminó de construir este templo y cuando se consagró para su culto a la cristiandad. Lo que no sabía Filippo Juvarra, el arquitecto al que fue encargada la ejecución de la basílica, era que su obra sería 218 años después el escenario de una de las tragedias aéreas más importantes del siglo XX y que salpicaría enérgicamente a uno de los hasta la fecha mejores equipos del mundo.

No se había cumplido aún el primer siglo de la unificación de Italia en la década de los 40 del siglo XX cuando en el balompié italiano sobresalía un equipo de la ciudad de Turín por encima de los demás. No era la Juventus a pesar de lo que todos puedan creer, era el Torino. Aquel equipo fue bautizado como el Grande Torino, acumulo gran parte de los títulos que posee en la actualidad en sus vitrinas (consiguió 5 títulos de Serie A seguidos y un título de Coppa Italia) y además poseía a 10 de los 11 jugadores titulares del combinado nacional por aquel entonces. Había conseguido hacerle sombra a su eterno rival, sus vecinos en la ciudad y con los cuales compartían estadio.

La sociedad italiana estaba confiada en que el Torino sería un grande de Italia y de Europa durante muchísimo tiempo, no les faltaba razón, el equipo daba la sensación de que podía ganar a cualquiera. Tanto se extendió su fama por Europa que en mayo del año 1949, cuando la década de los 40 iba a cerrar el telón, el Benfica portugués invitó a los italianos a un partido para brindar homenaje a uno de sus jugadores más importantes durante la época, su capitán “Xico” Ferreira quien labró una bonita amistad con el presidente del Torino unos meses antes en un amistoso que jugó Italia contra Portugal en Génova. Dicho homenaje terminó con un 4-3 favorable a los lisboetas pero del resultado pocos se acuerdan, lo que permanece es lo que sucedió después.

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Cuando finalizó el encuentro, el plantel completo, la directiva y algunos periodistas se subieron en Lisboa a un avión que los llevaría de vuelta a Turín. Era el 4 de mayo pero la niebla se apoderaba de la ciudad transalpina y el piloto del avión no pudo evitar que el avión se estrellara contra el muro de la anterior mencionada basílica de Superga. El accidente se saldó con 31 fallecidos (18 jugadores del club, directivos, periodistas y personal del avión).Sauro Tomá, jugador de aquel Torino se libró del accidente porque estaba lesionado y se quedó en Turín recuperándose. La conmoción en Italia fue inmensa y el funeral llenó la plaza más grande de Turín.

El campeonato de liga no había terminado aún y los equipos italianos decidieron cederle al equipo turinés el título alineando a juveniles y dejándose perder cuando jugaban contra ellos. Tanta repercusión tuvo el accidente que la sociedad italiana se acobardó a la hora de dirigirse a un aeropuerto y la selección italiana de fútbol acudió al Mundial de Brasil de 1950 en barco.

Además el accidente sirvió para que el River Plate se hermanara con el club piamontés, viajó a Turín y llenó el estadio del Torino en un partido benéfico que tuvo a Alfredo Di Stéfano como uno de los jugadores más destacados. Un hermanamiento que ha tenido su continuación en años sucesivos en los que ambos clubes se han rendido homenaje en sus camisetas.

Una tragedia de tal calibre no hace más que llenar de tristeza a todo aquel que lo recuerda. Por desgracia en este derby della Mole así como en el que lo sucedió hemos podido comprobar que no siempre es así y que hay personas que incomprensiblemente ponen por delante las rivalidades deportivas a las desgracias humanas. La sanción, y se espera que fuerte, llegará. Onore al Grande Torino!

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