Chelsea: delanteros sin gol
Schürrle, Eto'o, Demba Ba y Fernando Torres no funcionan


Los goles son la salsa del fútbol, la emoción de los partidos, las acciones que levantan a los aficionados de sus asientos, les hacen gritar, llorar, reír y enloquecer. El fútbol no se entiende sin los goles y para ello, están los delanteros. Hay muchos tipos de delanteros. Los hay pequeños, rápidos, altos, fuertes, lentos, cabeceadores, corpulentos, técnicos e incluso falsos delanteros…pero todos, se dedican a los mismo, al gol. Los delanteros, viven de ello, se obsesionan con bombardear porterías, solo piensan en superar porteros, en marcar goles, porque si no, lo pasan mal, les entra la ansiedad y se les hace pequeña la portería. El gran problema, llega cuando hay delanteros sin gol. El equipo que tiene delanteros sin gol lo pasa mal, le cuesta ganar partidos, porque no es fácil cuando tus hombres de ataque no cumplen su función.
Esto es lo que le pasa al Chelsea. El club londinense ha visto esta temporada como sus delanteros se han quedado sin gol. Los delanteros blues no están teniendo su temporada de cara al gol y eso lo está notando el equipo que se ha visto perjudicado por esto en muchos partidos. Torres, Eto´o, Schürrle y Ba no encuentran con facilidad el camino hacia la portería, entre los cuatro, suman 14 goles en todas las competiciones. Las comparaciones son odiosas, pero necesarias. Los 14 goles que llevan los 4 delanteros del Chelsea entre Champions, Premier League y Capital Cup, son los mismos que ha anotado Luis Suárez tan solo en la competición liguera. El otro delantero del Liverpool, Daniel Sturridge, que no encontró su sitio en el Chelsea, lleva 9 goles en la Premier. Si miramos al líder, Aaron Ramsey lleva 13 goles en todas las competiciones. Agüero en el City, 18 dianas, y el delantero que no vio preparado Jose Mourinho para su equipo, Romelu Lukaku, lleva 8 goles en la Premier con el Everton de “Bob” Martínez. Los números no engañan, los delanteros del Chelsea están firmando una temporada floja, que está afectando al devenir del equipo. Por suerte, la plantilla blue es una de las mejores del mundo y tiene una variedad de recursos de cara al gol impresionantes. Si los delanteros no están al nivel que tienen que estar, siempre aparecen hombres como Hazard, Oscar o Lampard, que llegan desde segunda línea para ganar partidos con sus goles. El mejor ejemplo de ello, es el partido ante el Sunderland de hace dos semanas en el que el Chelsea ganó por 3-4 con dos goles de Hazard y Lampard, además del gol de Bardsley en propia puerta. En el Stadium of Light, los hombres del centro del campo alineados por Mourinho se tuvieron que disfrazar de goleadores ya que tanto Torres, que fue el delantero titular, como Ba y Schürrle que salieron después, hicieron un partido lamentable.
Abramovich y sus delanteros
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Ser delantero en el Chelsea no es fácil. El club inglés se ha convertido desde la llegada de Abramovich en un equipo que destroza los delanteros, les hace fracasar. Desde la llegada en el año 2003 del multimillonario ruso, han aterrizado en Londres algunos de los mejores arietes del planeta, y de todos ellos, tan solo ha triunfado Didier Drogba.
Cuando empezó el proyecto de Abramovich en el Chelsea, había que empezar de cero, y la temporada 03/04 se realizó el desembolsó más grande, 171 millones en 12 jugadores. Abramovich podrá no ser un experto en fútbol pero tonto no es, y sabe que esto consiste en marcar goles, cuantos más mejor, y es por ello que fichó a uno de los delanteros de moda en ese momento, Hernán Crespo por 24 millones y a otro, que también jugaba en el Calcio, una de las grandes promesas del momento, el rumano Mutu, por 22 millones. Ninguno de los dos cuajó, y la temporada siguiente, Abramovich volvió a fichar dos delanteros más. Del Olympique de Marsella firmó a Didier Drogba por 34 millones, el mejor fichaje desde que el ruso compró el Chelsea. El otro fue Mateja Kezman, jugaba en el PSV y era uno de los jugadores más deseados de Europa, lo adquirió por 7 millones y la temporada siguiente, lo tuvo que vender al Atlético de Madrid porque no se adaptaba a la Premier. Tras un año sin refuerzos de ataque, Abramovich quiso ir un poco más lejos y construir una delantera de ensueño. Así que fue a por uno de los mejores arietes del mundo, el ucraniano Andry Shevchenko, el Milan ingresó 46 millones de euros y el Chelsea firmaba al que iba a ser el compañero de Drogba. Sheva tampoco cuajó y Anelka, que llegó del Bolton por 21 millones tuvo tan solo un buen año en el club. El último gran desembolso del magnate ruso fue el delantero madrileño Fernando Torres. Después de deslumbrar en Liverpool, Abramovich pensó que sería el perfecto compañero de su gran delantero Didier Drogba, y se obsesionó con su fichaje, costara lo que costara. 58 millones pagó el Chelsea al Liverpool por el traspaso del Niño, que nunca ha llegado a parecerse ni un poco al delantero que enamoró a Anfield.
Además de estos grandes traspasos que ha hecho el Chelsea en la última década, Abramovich ha fichado a más delanteros, sin tanto nombre pero jugadores que tampoco han deslumbrado en el club inglés. Ben Sahar, una joya en su momento llegó por medio millón de euros al club procedente del Apoel de Tel Aviv y la misma temporada llegó Pizarro del Bayern de Munich que fue fichado a coste cero y tampoco se adaptó (28 partidos y tan solo 2 goles). 4.5 millones de euros pagó Abramovich al Audax Italiano de Chile por el traspaso de una de las jóvenes promesas del país, Franco Di Santo, que cesión tras cesión, nunca ha tenido su oportunidad. Patrick Bamford, una de las promesas del Nottingham Forest le costó casi dos millones (1.8) y Sturridge, 7.5, aunque ahora ha sido vendido por 15 millones. Los últimos delanteros en sumarse a la larga lista de Abramovich han sido Romelu Lukaku (22 millones), que ya lleva dos años cedido, Demba Ba (8.5) y Andre Schürrle, por 22 millones de euros. En total, el Chelsea ha gastado en delanteros 279.3 millones de euros, todo esto, en tan solo 10 años.
Fernando Torres
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16 partidos ha jugado el Niño esta temporada y tan solo ha marcado 5 goles. Uno el día de la Supercopa de Europa, dos en Champions, uno en Capital Cup y otro en la Premier. Sus cifras no equivalen los 58 millones de euros que se pagó por él. Desde su llegada a Londres, Torres ha sido un delantero cuestionado, por su precio, por su fútbol y por sus cifras. En Liverpool fue un héroe, el mejor delantero de la Premier League, el ariete con el que soñaba toda Europa, y el Chelsea, cuando se lo llevó pensó que sus goles en Anfield se repetirían en Stamford Bridge. Pero no.
La lesión de rodilla que estuvo a punto de dejarle sin Mundial de Sudáfrica en el año 2010 le ha pasado factura. El madrileño forzó su recuperación, quiso acortar los plazos para volver a los terrenos de juego lo antes posible y así poder ser convocado por Vicente Del Bosque. La rapidez con la que se recuperó fue sorprendente e incluso imprudente. Desde esa lesión, el delantero no ha vuelto a ser el de antes. Ahora Fernando ha perdido velocidad, ese aspecto que le hacía ser muy explosivo en los últimos metros antes de la portería. Torres era mortal a la contra, con el Liverpool se vio, en parte gracias a su velocidad, a su explosividad. Después, cara a portería, era un killer, un asesino a sangre fría. Todo eso lo ha perdido.
La lesión y la falta de confianza han hecho de Torres un futbolista que muchas veces se esconde, no quiere el balón, no participa en muchas de las jugadas de ataque de su equipo y cuando tiene oportunidades, lo que antaño convertía en gol, ahora le cuesta mucho más. Ha pasado de ser un delantero sin piedad a ser un delantero sin gol, sus cifras así lo indican. Desde que llegó a Londres en enero de 2011, tan solo ha marcado 33 goles con la camiseta del Chelsea, cuando él ha sido un delantero acostumbrado a firmar entre 15 y 30 goles por temporada. Su mejor año fue el pasado, temporada que arrancó muy mal pero después consiguió volver a marcar goles y acabó con 21 tantos en todas las competiciones.
Esta temporada, sus cifras no han mejorada, el gran Torres sigue sin aparecer. Durante algunos momentos, se ve al gran Torres del Liverpool, pero el madrileño sigue siendo muy irregular, tanto en su fútbol como de cara al gol. Tan solo 5 goles en 16 partidos es muy poco para el delantero de uno de los mejores clubes del mundo. Al futbolista le falta confianza en sí mismo y en el equipo. En muchos partidos parece que no confíe en que el balón le va a llegar y cuando le llega, es demasiado tarde. Mourinho le ha dado confianza a pesar de que no es su estilo de delantero y Torres se ha convertido en el “9” del Chelsea. A Fernando Torres no le ha venido muy bien el 4-3-3 de The Special One ya que no tiene tanta capacidad para jugar de espaldas y esperar las llegadas de segunda línea como lo hacía Drogba. Quizá por esto tampoco triunfó Shevchenko cuando estuvo con Mou en The Bridge.
Con vistas al Mundial de Brasil, este año ya no le va servir ser el jugador que marcó el gol de aquella mítica final de la Eurocopa 2008 contra Alemania, ni ser el Niño, ni ser el ojito derecho de Del Bosque. Esta temporada, los delanteros españoles están a un nivel altísimo, y por ahora, casi todos, menos Soldado, están con cifras por encima de las de Torres. Negredo está a un nivel estupendo en el City al que se ha adaptado de maravilla, el Guaje Villa ha resucitado en el Atlético de Madrid, Llorente se está cogiendo en la Juventus y Diego Costa, el último en unirse a la lista, es uno de los mejores delanteros del viejo continente.
Samuel Eto´o
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El camerunés ha sido un capricho de Mourinho. Después de que el Anzhi rebajara más de la mitad su presupuesto, el veterano delantero ya no iba a cobrar los 20 millones de euros anuales así que atendió a la llamada de uno de sus entrenadores favoritos, Jose Mourinho que le invitó a jugar en el Chelsea y volver a estar juntos, después de la aventura que vivieron en el Inter de Milan. Con 32 años, Eto´o ya ha hecho su carrera y ahora en The Bridge, intentará hacer un año digno en la élite otra vez. Con 4 ligas (3 de España y otra en Italia), cuatro copas (dos en Italia y dos en España), tres supercopas, una supercopa de Europa, un Mundial de clubes, dos Copas de África y cuatro Champions League, el camerunés lo tiene todo ganado, no le falta nada.
Desde su llegada a Londres le ha costado adaptarse al club y al fútbol inglés, sobre todo físicamente, ya que jugar dos años en Rusia no le ha ayudado en nada. El ritmo inglés es trepidante y a sus 32 años el camerunés no está para jugar todos los partidos. El león indomable ya no es el que era. 4 goles en 15 partidos con la camiseta del Chelsea no son buenas cifras para uno de los mejores delanteros de la década, un hombre acostumbrado a firmar entre 30 y 40 goles cada temporada, esté donde esté. Eto´o es un campeón, un líder carismático y ayudará a Mourinho dentro del vestuario seguro ya que en el campo, ya no es el que era. Ha perdido esa velocidad que le hacía tan peligroso pero de cara a la portería sigue siendo letal como siempre. Mourinho tiene con Lampard la misma situación que con Eto´o, dos futbolistas que lo han ganado todo, dos estandartes, dos hombres que han superado los treinta años y que no pueden jugar todos los partidos. Si Mou sabe dosificarlos y hacerles jugar en los momentos más importantes, serán piezas clave del éxito blue.
Demba Ba
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Llegó a cambio de 8.5 millones de euros procedente del mejor Newcastle de los últimos años y el fichaje pareció una ganga, por el gran año que llevaba y la espectacular temporada anterior en la que había anotado 16 goles en su segundo año en la Premier después de jugar en el West Ham y el Hoffenheim. Con Alan Pardew en el banquillo y Papiss Cissé al lado, Ba empezó la campaña anterior a un ritmo trepidante. 14 goles con las urracas hasta enero. En ese momento, el Chelsea solo tenía a Torres como “9” puro y necesitaba un recambio para el madrileño, un jugador de presente, y el mejor era Demba Ba. La aclimatación al nuevo club le costó. Tras haber jugado la Europa League con el Newcastle no podía jugar competición europea con los blues, y eso le abrió las puertas para jugar en la Premier y sobre todo, en la F.A. Cup donde marcó 4 goles.
Esta temporada se habló de Deba Ba como uno de los futbolistas de la plantilla del Chelsea que podía abandonar el club este año porque a Mourinho no le acaba de gustar. El cartel del delantero senegalés es muy bueno en toda Europa pero sus problemas en la rodilla generan rechazo. El ariete tuvo problemas en su rodilla que no se acabaron de solucionar y esto le sigue pasando factura ya que es un jugador débil en esa parte del cuerpo. Su actual entrenador no confía mucho en él pero es consciente del potencial que tiene y de la facilidad para hacer goles que demostró en el Newcastle, y es por ello, que a pesar de que no le gusta, le sigue poniendo, aunque no es el delantero titular ni mucho menos.
André Schürrle
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El último en llegar y el que mejor rendimiento está dando en la competición liguera. Tres goles ha marcado esta temporada en 17 partidos, y todos, en la Premier League. Tras previo pago de 22 millones de euros al Bayer Leverkusen, el Chelsea se ha hecho este verano con uno de los mejores jugadores jóvenes de Alemania. Un talento que explotó el año pasado en la Bundesliga con una espectacular campaña con su equipo en la que anotó 14 goles. A pesar de que Mou le pone de delantero, el alemán no es un “9”, es más bien un “10”, un jugador que se desenvuelve con más comodidad entre líneas, por detrás de un delantero, llegando desde atrás. No es tanto un mediapunta como sí un segundo delantero. Como más le gusta jugar es acompañando a un “9” de referencia, un delantero potente que fije la defensa. Puede incluso jugar de extremo pegado a la banda derecha por su grandísima velocidad y gran desborde, pero nunca, como delantero único.
El joven alemán sigue adaptándose al nuevo país, la nueva ciudad, el nuevo estilo de fútbol y el nuevo club, porque no es fácil jugar en el Chelsea y encima ser delantero. Desde el primer momento a Schürrle se le ha exigido marcar una cifra de goles parecida a la del año pasado del Leverkusen pero en el equipo alemán todos jugaban para él y el Chelsea es diferente. En Londres es uno más dentro de un vestuario donde se cambian algunos de los mejores futbolistas de Europa. Tampoco es fácil llevar la presión que conlleva jugar en un club tan importante como el de Stamford Bridge y eso le está pasando factura. A pesar de ello, de los cuatro delanteros, es el más joven y el que más tiene que aprender pero sus cifras mejorarán sin duda cuando empiece a adaptarse a sus nuevos compañeros y a coger minutos en el trepidante fútbol inglés.