Alerta Messi

En Barcelona se han encedido las alarmas por Lionel Messi. Cada jornada aumenta la preocupación por su estado de forma. No es una cuestión de números, puesto que ha marcado ocho goles en doce jornadas (habiendo sido titular en nueve partidos). Lo que preocupa son las sensaciones que transmite el argentino. Es evidente que algo falla. Algo está bloqueando al mejor futbolista del mundo e impidiendo que no ofrezca su mejor versión. Sus actuaciones contra Real Madrid y Espanyol han sido definitivas para confirmar que Messi atraviesa por una crisis. Estuvo desaparecido, desconectado, excesivamente individualista y ajeno a la dinámica colectiva. Neymar y Alexis Sánchez son quienes han asumido el papel de estrella en los últimos encuentros, pero en Can Barça ya han puesto en marcha un plan para diagnosticar y solucionar el mal que aflige a cuatro veces ganador del Balón de Oro.

Reunión de capitanes

Los cuatro capitanes del Barcelona, Carles Puyol, Xavi Hernández, Víctor Valdés y Andrés Iniesta, tienen previsto reunirse con Lionel Messi durante esta semana para hablar con él sobre su estado de forma y descubrir si existe alguna manera en la que puedan ayudarle. Tal y como informa el diario Sport, una de las responsabilidades de estos cuatro capitanes es velar por la salud del vestuario y de sus integrantes. El problema de Messi no es diferente a otro y los cuatro han decidido que ha llegado el momento de hablar con él para que sea él mismo quien les explique lo que le sucede y les pida ayuda si fuera necesario.

Xavi Hernández será el encargado de hablar con Messi. Según Sport, el centrocampista es quien mantiene una relación más cercana con el argentino y asumirá la responsabilidad de transmitirle al jugador la preocupación del vestuario por su situación. Se trata de conseguir que Messi se sienta querido y respaldado por sus compañeros de equipo, para que pueda ver la luz al final de su bache futbolístico. De este modo, se pretende atajar el problema antes de que crezca más de la cuenta.

El lastre de los problemas físicos

Una de las posibles causas que se han esgrimido para justificar el bajón de Lionel Messi es la lesión que sufrió ante el Almería. Se asegura que no está al 100% físicamente. Así lo aseguró Andoni Zubizarreta, director deportivo del Barcelona, después de la mala actuación del argentino ante el Real Madrid. "Messi viene de una lesión y hay que darle tiempo, es terrenal", explicó Zubizarreta tras el encuentro.

El propio Lionel Messi ha confirmado que no se encuentra al máximo en términos de forma física. "Físicamente todavía no estoy al 100 %, pero seguro que con el correr de los partidos iré agarrando ritmo", señaló a través de las redes sociales.

Lo cierto es que desde que se lesionara ante el Almería, Messi ha participado en cinco encuentros, siendo titular en cuatro de ellos, y sólo ha marcado contra el Milan en la Liga de Campeones. En la Liga BBVA hace consigue un gol desde el 28 de septiembre, en aquel maldito partido en Almería.

Desconcentración por el Mundial

La otra versión es que el bajo estado de forma de Lionel Messi en el Barcelona estaría provocado por una concentración total en ganar el Mundial de Brasil 2014 con Argentina, lo que afecta negativamente a su rendimiento cuando viste de azulgrana. Así lo explica el periodista argentino Rodolfo Chisleanschi en un artículo de opinión publicado por El País. Según Chisleanschi, Messi habría calmado su hambre con la camiseta azulgrana después de haber alcanzado todos los objetivos marcados durante los últimos años y ahora su reto es alcanzar la gloria vistiendo la albiceleste en el Mundial de Brasil 2014.

"El próximo reto de Lionel Messi tiene día, fecha y hasta hora determinada: 13 de julio de 2014 en Maracaná a las 16. La final del inminente Mundial es para el 10 del Barça la conquista del Olimpo definitivo. Porque es el título que le falta, porque le instalaría definitivamente entre los grandes más grandes de la historia. Nada excita la pasional mente de los argentinos más que la foto de su capitán con la Copa del Mundo en el corazón mismo del fútbol brasileño. Y nadie lo sabe más que el propio Messi", explica Chisleanschi en el artículo de El País.

"Hacia allí enfoca todos sus cañones esta temporada. Por eso mide y medirá cada esfuerzo, cada sprint, cada regate. Gerardo Martino también debe saberlo. Su obligación, entonces, es adaptar el equipo a lo que será una presencia de Messi a cuentagotas durante el curso. De ahí los cambios de posición, de estilo, la aparente renuncia a determinados dogmas… El genio no está ni triste, ni incómodo. Solo que tiene la cabeza y el objetivo en otra cosa. Olvídense de Messi", concluye.

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