Bayern-Monchengladbach, el duelo histórico que se viste de español

El Bayern Munich de Josep Guardiola comenzará hoy su participación en la Bundesliga 2013-14 jugando ante el Borussia Monchengladbach en la primera jornada del campeonato. Este enfrentamiento es un clásico del fútbol alemán, un duelo con mucha historia...

Junio de 1971. La pitonisa Madame Buchela no había fallado en su pronóstico, el Borussia Monchengladbach era de nuevo campeón. Margaret Goussanthier era conocida como la tarotista de Bonn, una dama célebre entre gran parte de la población alemana que se atrevió a medir el pulso a la Bundesliga: "El Borussia será campeón". Claro que, a pesar de que sus palabras estaban en lo cierto, puede que la señora Buchela se hubiera dejado llevar por algo más que lo que decían los astros. El Monchengladbach de Weisweiler defendía el título de liga esa temporada, y se convirtió en el primer club en repetir triunfo gracias a sus portentosas cifras.

Batió el récord de victorias conseguidas (20), el de menos derrotas encajadas (4), el de más goles marcados (77) y el de menos goles encajados (35). Con esas credenciales en su expediente era casi imposible que se le escapara el título, pero lo cierto es que la liga estuvo muy cerca de terminar en el Olympiastadion, en la acera del Bayern Munich. Con Beckenbauer, Breitner o Gerd Muller, los bávaros sólo tenían que ganar su partido ante el Duisburgo en la última jornada para llevarse el trofeo. Eso o esperar que el Monchengladbach no venciera en el Waldstadion de Fráncfort.

En ese momento, el Bayern llevaba casi dos meses sin perder (su última derrota había sido precisamente frente al Gladbach), pero el 5 de junio de 1971 dos goles de Rainer Budde, un ex del Fortuna Dusseldorf, les arrebató la liga. Y es que el Borussia (ya lo vaticinó Madame Buchela) no falló. Vogts, Netzer, Heynckes y Bonhof, terminaron bañados de cerveza aquella tarde; el Monchengladbach era de nuevo rey de Alemania occidental.

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La huella española

Ahora ha llegado el momento. Pep Guardiola inicia un reto sin precedentes en Alemania; un técnico español intentará llevar a lo máximo al club más poderoso de la Bundesliga. Su camino se inicia ante el Borussia Monchengladbach, el gran rival de los setenta del Bayern, aunque mucho ha cambiado desde entonces en los dos clubes y en Alemania; de entrada aquel país dividido tras la segunda guerra mundial se ha transformado en una única nación desde donde se dirige el destino económico de media Europa. Los sesenta y setenta fueron los años de la emigración masiva de españoles a Alemania. Allí había dinero y contratos de trabajo, se necesitaba mano de obra y no se pagaba nada mal teniendo en cuenta la situación de aquella España tardo-franquista, que no terminaba de arrancar pese a la expansión del sector inmobiliario en años precedentes.

Los españoles inundaban Alemania, Francia o Suiza, pero no así los futbolistas, que seguían anclados en un campeonato con miedo a la exportación. Además, tampoco había hueco para unos jugadores nacionales que cada vez se sentían más acomplejados en el momento de competir a nivel internacional. Buena prueba de ello son los resultados de la selección.

España no juega la fase final de un campeonato desde 1966 a 1978; un periodo de sequía que vive momentos tan dolorosos como la eliminación del mundial 74 en el desempate ante Yugoslavia. Katalinski actúa de verdugo ante una España que cuenta con muchos aficionados en la grada; la derrota duele, ya que la selección no podrá jugar en la fase final con el apoyo de los miles de trabajadores desplazados.

Sin españoles en su campeonato de liga ni en el campeonato del mundo, serían las competiciones europeas de clubes las que dictarían sentencia sobre el verdadero nivel del duelo hispano-alemán en la época. Y concretamente los enfrentamientos entre el Borussia y clubes españoles ofrecieron una de cal y otra de arena para los intereses ibéricos.

El Borussia Monchengladbach ha pasado a la historia como uno de los grandes equipos que no pudieron obtener la copa de Europa. No fueron campeones de la máxima competición europea, aunque sí que ganaron otras competiciones continentales que se sumaron a los brillantes triunfos conseguidos en su país. Hubo que esperar hasta 1974 para ver un enfrentamiento entre el Borussia y un conjunto español en un torneo oficial: el Zaragoza se enfrentó a ellos en los octavos de final de la Copa de la UEFA 1974-75.

Antes del encuentro de ida, el entrenador alemán Weiswiler manifestó: "Queremos obtener una ventaja de dos goles, eso sería un buen resultado para nosotros". Pero su ambición se quedó corta teniendo en cuenta la que demostraron sus hombres en el campo. Los alemanes estuvieron imparables desde el primer minuto y no dieron opción al equipo aragonés, el 5-0 final no dejó margen de duda. Simonsen y Heynckes marcaron en dos ocasiones, mientras que Bonhof completó la goleada. En la vuelta, el Zaragoza intentó mantener el tipo pero tampoco pudieron frenar al ciclón germano. 2-4 fue el resultado. El Borussia terminaría siendo campeón del torneo.

En 1976, el Real Madrid de Miljan Miljanic visitó al Borussia en la Copa de Europa. El partido de ida se jugó en Dusseldorf, un estadio que no traía buenos recuerdos al técnico balcánico. Durante el mundial de 1974 había sido seleccionador de Yugoslavia, y justo en ese lugar había perdido un trascendental partido de la segunda fase ante Alemania. Uno de los goles del equipo teutón lo marcó Breitner, que en 1976 jugaba en el Real Madrid, al igual que Gunter Netzer, en el pasado una de las estrellas del Monchengladbach.

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El partido fue brillante y con muchas alternativas, nada que ver con aquella visita del Zaragoza. Se adelantaron los alemanes con una brillante acción que llevó la firma de Bonhof y Jensen (dos hombres que jugarían en España años después), y más tarde volvieron a marcar en una jugada desafortunada para la zaga merengue. El 2-0 colocaba a los hombres de Miljanic al borde del KO, pero el oportunismo de Roberto Martínez antes del descanso y la inspiración de Pirri dejaron el marcador en tablas; el 2-2 era un resultado inmejorable para rematar la faena en el Bernabeu.

Pero en España los hombres de Udo Lattek volvieron a demostrar su profesionalidad y la razón por la que eran considerados uno de los mejores equipos del continente. Desde el primer minuto dominaron el encuentro y buscaron el gol que necesitaban. Éste llegó tras un centro de Stielike que remató Jupp Heynckes a la red. Los alemanes se amotinaron en su área, marcando con agresividad y llegando a cada balón.

El Madrid tuvo que hacer uso de la épica, con Camacho y Amancio de avanzadillas. A poco de iniciar la segunda mitad, Santillana, el Muller español, remató un balón de oro que a la postre se convertiría en decisivo para clasificarse. El Real Madrid se enfrentaría en semifinales al Bayern, con lo que la Copa de Europa se quedó sin el apasionante duelo entre el Borussia y el campeón de Múnich, el partido que podríamos denominar como el caviar del fútbol alemán de los setenta.

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